Los campeones no están hechos en el gimnasio.Los campeones están hechos de algo que tienen en su interior, un deseo, un sueño, una visión”.
Estas palabras corresponde al histórico boxeador Muhammad Alí, considera uno de los personajes deportivos más emblemáticos del siglo XX. Y estas palabras caben a la perfección para poder explicar esta fiebre Borravino del futsal femenino.
Mendoza volvió a demostrar todo su potencial futbolísticos y se consagró campeón Argentino 2018. De las seis ediciones disputadas desde el año 2013, la Borravino ganó 5 ediciones. Imbatible. Imparable. Admirable.
Y en esta oportunidad, Mendoza saltó al parquet del Ribosqui con el cartel de “candidato”. Adjetivo que no le pesa para nada. Es más, se siente cómodo y sabe que tarde o temprano sus rivales no pueden detener esa marcha arrasadora de Mendoza. Porque desde la chicharra final, Mendoza siempre fue el equipo que propuso.
Nunca le tembló el pulso. Respetó a los rivales con un profesionalismo único, es más, en la mismísima final, terminaba el encuentro, la gente festejaba en las tribunas y Jesús Ayala, entrenador multicampeón y el padre del futsal femenino en Mendoza, continuaba apostando a los relevos y buscando la perfección. Detalles como estos, llevaron a la selección Borravino a gritar campeón por tercera vez consecutiva.
En la gran final, Mendoza tuvo que trabajar y mucho para poder quebrar el cerco defensivo de Pico Truncado. Con un tanto de Verónica Cabrera, Mendoza rompió la paridad y se fue con la ventaja mínima al vestuario.
En el complemento, liquidó al rival. Sin dudas, que la paciencia y la inteligencia para jugar cada pelota, fue otra de las virtudes excepcionales del quinteto de Ayala. Mendoza goleó a Pico Truncado por 8-1, se lució ante su gente en el estadio Ribosqui y logró su quinto título.