Claudio Tapia deseó ser recordado como "el presidente de la igualdad de género", cuando hace poco más de un año se presentó el fútbol femenino argentino semi profesional, pero en la asamblea virtual que el próximo martes consagrará su reelección como titular de la AFA hasta 2025 y renovará 33 lugares del Comité Ejecutivo, hay solamente una mujer en la lista: Lucía Barbuto (presidenta de Banfield) como vocal suplente.
Según el estatuto vigente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), solamente los presidentes o vicepresidentes de los clubes pueden ocupar cargos en el Comité, con lo cual las posibilidades quedan reducidas a Barbuto, única mujer presidenta de un club de la Superliga desde 2018.
"La lista de candidatos de AFA no hace más que visibilizar lo que venimos diciendo. Somos ninguneadas cada vez más. Las mujeres y disidencias no tenemos lugar en los clubes ni en la AFA. Lo que pedimos es la modificación de los estatutos desde la AFA y que eso baje a los clubes", le explicó Florencia Duarte, de la Coordinadora de Hinchas, a Télam.
¿Y el cupo femenino? La ley del Deporte (27.202) sancionada en 2015, en el artículo 20 bis, habla sobre un 20% de cupo femenino en confederaciones, federaciones y asociaciones civiles sin fines de lucro (clubes) pero, al no estar reglamentada, la ley no se cumple. Lejos del 20%, el promedio de representación femenina en las Comisiones Directivas es cercano al 6%.
"Reclamamos la aplicación de la ley para que podamos empezar a aparecer en los clubes. Si bien muchos hoy están armando protocolos o áreas de diversidad y género para no quedar tan al margen de la realidad, las mujeres seguimos estando lejos de los lugares de toma de decisión", advirtió Duarte, quien integra una agrupación opositora en Banfield.
La Coordinadora es un colectivo de hinchas, socios y socias de distintos clubes del país, que surgió a fines de 2016 como respuesta a la idea del ex presidente Mauricio Macri de que los clubes pasaran a ser sociedades anónimas en el fútbol argentino.
"Macri ya había querido instalar las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) cuando fue presidente de Boca en los años 90. Como espacio, la Coordinadora rompe con los estereotipos de la rivalidad en el fútbol y se consolida como un colectivo para defender a los clubes. Tenemos la convicción de que la herramienta indispensable que va a transformar la actualidad es involucrándonos, uniendo fuerzas y sabiendo que es necesario cambiar la política dentro del club, y que haya políticas hechas por y para los socios y socias", sostuvo Duarte.
Para este colectivo de hinchas, los clubes sociales y deportivos son "el corazón de la historia argentina". Claro, no son sólo fútbol ni una marca sino que funcionan con actividades recreativas, formativas y de inclusión social. Hoy, en el marco de la pandemia por el coronavirus, es cuando más se visualiza el rol social de los clubes: muchos funcionan como comedores, espacios de contención de gente en situación de calle y hasta se preparan para ser hospitales de campaña.
"Desde la Coordinadora pedimos la federalización de los torneos, la transmisión abierta de los partidos porque ya no está el Fútbol para Todos, y la inclusión de la perspectiva de género en el deporte", resumió la referenta de la Coordinadora.
En la AFA, la perspectiva de género viene atrasada. Hace apenas dos años, cuando daban cursos previos al Mundial de Rusia 2018, en el manual de viaje había un punto sobre "cómo tener chances (de conquista) con las mujeres rusas". Por la indignación que provocó al hacerse público echaron a Alejandro Taraborelli, máximo responsable del departamento de educación.
Solamente seis clubes de Primera División (Rosario Central, Newell's, San Lorenzo, Vélez, Racing y recientemente Huracán) cuentan con un protocolo para casos de violencia de género. En otro ejemplo de falta de perspectiva, para dirigir la Comisión de Fútbol Femenino de AFA se designó a dos varones, Ricardo Pinela y Jorge Barrios, mientras que sólo el cargo de secretaria fue para una mujer, Bárbara Blanco, hija de Víctor Blanco, presidente de Racing.
En diciembre de 2019, "Chiqui" Tapia presentó la creación del Departamento de Equidad de Género y se llevó a cabo la primera jornada de mujeres dirigentas. El área fue destacada como "la primera entre las 211 Federaciones que forman parte de la FIFA". En marzo se iba a lanzar el "protocolo contra las violencias" y para junio estaba previsto un relevamiento en todas regiones del lugar que ocupan las mujeres (jugadoras, hinchas, árbitras y dirigentas) en el mundo del fútbol. Pero todas las actividades quedaron frenadas por la pandemia. Parece que faltara menos para mitigar el avance del coronavirus que al machismo y al patriarcado en el fútbol argentino.