“Deportivo Maipú, primer club de Mendoza en el Nacional B”. La inscripción ya es un clásico de la historia botellera. Forma parte del orgulloso ADN del hincha cruzado de nacimiento. Una marca registrada que se lleva desde la cuna hasta el cajón en una institución señera que el próximo 16 de diciembre soplará nada menos que 90 velitas.
Eran épocas del mítico Mundial de México ‘86. El 14 de junio por la mañana, en el Malvinas Argentinas, Maipú derrotó a Independiente Rivadavia 2-0 con goles de Gauto y Blas Fernández -en contra-, se consagró campeón del Torneo Clasificatorio de la Liga Mendocina y sacó pasaje para la flamante categoría que reemplazaba a los antiguos Nacionales y le daba paso a la flamante segunda división del fútbol argentino con 22 participantes: 7 de la Primera B Metropolitana, 13 de las Liga del Interior y los dos descendidos de Primera División 1985-86 (Huracán y Chacarita).
“Nos quedamos con el gustito amargo porque nosotros habíamos clasificado a la A y de repente se reestructuró el fútbol argentino”, recuerda el Pollo Murcia, todo un ídolo bajo los tres palos del Cruzado, y el único futbolista que fue parte del plantel en las seis temporadas de Maipú en el Nacional B, hasta su descenso en 1992.
Murcia, actual profesor de la Escuela de Técnicos de Mendoza, marca un punto de inflexión en aquél suceso en cuanto a la forma de trabajar en nuestra provincia: “Ese año significó un cambio total del fútbol mendocino. Con Maipú en el Nacional B comienza el profesionalismo. Si bien anteriormente hubo equipos que jugaron los Nacionales de Primera División, eran torneos muy cortos y terminaban en poco tiempo. Se empezó a tomar una mirada de un año de trabajo y con un enfoque en un torneo largo ya que se viajaba por toda la Argentina”.
Y agrega: “Al principio tuvimos que hacer mucho esfuerzo, fuimos en colectivo a todos lados y nos costó mantener el nivel. Había equipos grandes que venían de jugar en Primera “A” y para nosotros fue una nueva experiencia. Es que de no tener contrato pasamos a ser jugadores profesionales y a tener una solidez económica. Si bien llegaron algunos jugadores de refuerzo, la base del equipo fue la que salió campeón en 1985 y que ganó el Clasificatorio ‘86. Fue un año muy lindo y terminamos en los primeros puestos”.
Claro, Orlando Murcia hace referencia a la clasificación de Maipú al Octogonal por el segundo ascenso. El Cruzado terminó sexto y enfrentó a Colón de Santa Fe. En la ida cayó 3-0 y en la vuelta el ‘Súper Depor’ ganó 1-0. No alcanzó. Igual, fue el autor de una hazaña que marcó el camino.