San Martín cumplió ayer 200 años como departamento y lo celebró con una serie de actos y festejos, destacándose dos: la inauguración del bulevar de las 200 banderas nacionales que atraviesa la ciudad y ya en la noche, la llegada de la llama votiva, cuyo fuego viajó desde la catedral de Buenos Aires hasta el museo Las Bóvedas, donde brilla ahora de manera permanente, en recuerdo de la vida y obra del General San Martín.
La comuna respaldó los festejos por el bicentenario en dos hechos históricos: el trazado original de la ciudad es el único en el mundo que ideó el general San Martín pero además, surge de sus cartas el hecho de que el Padre de la Patria tenía deseos de volver a esas tierras, donde tuvo su chacra.
Aunque no pudo concretarlo, el municipio usó ese anhelo como argumento para trasladar la llama votiva a Las Bóvedas, bajo la consigna “De vuelta en casa”.
Una multitud de vecinos acompañó los festejos de la tarde y especialmente el acto central, que arrancó pasadas las 22 en Las Bóvedas, y que estuvo encabezado por el intendente Jorge Giménez y el gobernador Alfredo Cornejo.
“Hemos querido estar a la altura de una fecha tan importante como son los 200 años de vida de este pueblo y por ello me siento orgulloso de que la llama que recuerda al general, brille ahora también en San Martín”, dijo Jorge Giménez.
La ciudad amaneció ayer de celeste y blanco y es que el municipio izó durante la madrugada y por primera vez, las 200 banderas argentinas que componen el bulevar del bicentenario y que flamean a lo largo de las avenidas Boulogne Sur Mer y Alem, a modo de homenaje por los 200 años.
El curioso monumento ha despertado apoyo entre muchos vecinos, pero también las críticas de aquellos que sostienen que el bulevar patrio es innecesario y que la ciudad tiene otras urgencias.
En cualquier caso, el bulevar es único en el país y quedó inaugurado cuando se fueron descubriendo las placas amuradas a la base de los 200 mástiles, donde se lee el nombre de las familias, instituciones, distritos, departamentos y empresas que quisieron ser parte del monumento, entre ellas Diario Los Andes.
El acto se desarrolló frente al Paseo de la Patria, donde se descubrió un friso del General que recuerda momentos de su vida; se dejó inaugurada una obra en acero del artista Daniel Jiménez, la remodelación en el parque Sarmiento, y el tridente de mástiles con banderas de Argentina, Chile y Perú que recuerdan la gesta libertadora.
Pasadas las 21 ingresó por la avenida Boulogne Sur Mer la comitiva que viajó a Buenos Aires para traer la llama votiva. Un fuego que recorrió más de 1.000 km y que hizo postas con distintos homenajes en San Antonio de Areco y en Achiras, localidad de Córdoba; también hubo homenajes y ofrendas florales en San Luis, en La Paz, en Santa Rosa y en Junín.
Ya en San Martín y acompañada por agrupaciones tradicionalistas, por granaderos y gendarmes, por la banda Talcahuano y también por los Infernales, tradicional ejército de gauchos de Salta, la llama cruzó la ciudad a paso de hombre hasta el museo, donde una verdadera multitud presenció desde los parques, la llegada de ese fuego, que finalmente encendió el monumento en piedra, hierro y madera ubicado frente de la casona, donde ahora brilla, en los mismos terrenos en los que el general San Martín tuvo su chacra.
El acto cerró con la actuación de la cantante Soledad.