Un evento inesperado irrumpió en el proceso electoral boliviano: el fuego en los bosques de Bolivia y Brasil.
Según analistas, los incendios forestales podrían complicar las chances del presidente Evo Morales de lograr un cuarto mandato en las reñidas elecciones generales de octubre.
Centenares de jóvenes marcharon recientemente en varias ciudades para exigir acciones al gobierno mientras crecen las voces críticas que lo responsabilizan por flexibilizar las normas ambientales.
"Hay una movilización ciudadana muy fuerte... que responsabiliza al presidente Morales por la falta de previsión o por ineficiencia y eso le pasará factura", dijo Carlos Cordero, analista político y profesor universitario.
A pesar de haber enarbolado la defensa de la Pachamama (Madre Tierra) en los foros internacionales, Morales es cuestionado por ser permisivo con las quemas y promover los asentamientos de colonos.
En julio el mandatario aprobó un decreto que autoriza el desmonte y permite las "quemas controladas" para actividades agropecuarias. Otra ley amnistió a quienes realizaron quemas ilegales y el año pasado impulsó la producción de biodiesel y etanol, medidas criticadas por los ambientalistas.
El gobierno rechazó derogarlas a pesar del pedido de 80 instituciones. "No creemos que sea necesario. Las normas no son una causa directa. Estas prácticas (quemas) vienen de muchos años y lo que queremos es que haya quemas controladas", dijo el ministro de Medio Ambiente, Carlos Ortuño.