Después de la decisión "irreversible" y las repercusiones, ayer se concretó el primer cambio: el Frente para la Victoria volvió a ser Partido Justicialista en las bancas legislativas. Aunque pasó algo desapercibido, el bloque en el Senado fue el primero en estrenar el renovado nombre. Entre hoy y la semana que viene, el bloque, en la Cámara de Diputados, hará lo mismo.
El cambio de denominación fue considerado como una cuestión “secundaria” entre los legisladores dolidos por la decisión, quienes repitieron sus quejas aunque, por ahora, no consideran irse del espacio.
“No les voy a dar el gusto al gobernador (Alfredo Cornejo) ni a los dirigentes que le hacen el juego al Gobernador. Vamos a seguir dentro del bloque; vamos a dar la discusión en el bloque y vamos a ir a las elecciones dentro del justicialismo”, aseguró el diputado kirchnerista, Lucas Ilardo.
El referente de La Cámpora volvió a rescatar la carta crítica de la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti.
“Sin ningún consenso previo, tomaron la decisión (en las sombras, a espaldas de la militancia y afiliados como es su costumbre) de eliminar la designación de Frente para la Victoria de los bloques de concejales y legisladores provinciales”, fustigó la senadora.
"¿Qué quisieron hacer? ¿Venderse como lo nuevo? ¿Distanciarse de Néstor y Cristina cambiando un nombre? Ustedes no son lo nuevo aunque le cambien el nombre mil veces a nuestros bloques", señala el comunicado en uno de sus párrafos más duros.
Las críticas no vienen tanto por el cambio de denominación, ya que hasta ahora los bloque se llamaban FpV- PJ, sino por la forma y la "picardía" con la que se dio, tal como señaló Ilardo.
En este sentido, el sábado pasado se desarrolló el congreso partidario del justicialismo. En la grilla de temas, había varios tópicos, aunque no el cambio de nombre.
Este debate se coló "por la ventana", sin estar en el orden del día y sin la presencia de algunos congresales, que ya se habían ido (sobre todo los kirchneristas).
Para colmo, el tema fue lo que más trascendió una vez finalizado el encuentro. De allí que ya sea por las redes sociales como por los medios de comunicación, muchos salieran a dejar en claro sus diferencias con la dirigencia.
Ayer las repercusiones estuvieron en la Legislatura, en donde se anotó el cambio y en donde las dudas apuntaban a qué harían los legisladores cercanos al kirchnerismo. En el Senado, tanto Luis Böhm como Gustavo Arenas ratificaron que seguirán en el bloque.
"No fue prudente ni coherente plantear el cambio de nombre del FpV", señaló Böhm, referente del Movimiento Evita, aunque reiteró que continuará en el espacio: "Debemos evitar la fragmentación por temas secundarios que no sean de prioridad de la sociedad, como entendemos es el nombre de los bloques".
En el mismo sentido, se expresó Arenas. "Soy afiliado al PJ desde los 18 años pero no me siento representado por esta dirigencia. Por lo tanto, seguimos creyendo en un proyecto más amplio, frentista, del campo nacional y popular. Pasa a segundo plano la sigla o el nombre", criticó, aunque no se moverá del espacio.
El senador Guillermo Amstutz, de Unidad Popular y que estuvo varios años lejos del PJ durante el kirchnerismo, habló del nuevo objetivo:
“Esperamos que este frente sea lo suficientemente abarcativo para incorporar a aquellos peronistas que no quedaron con nosotros en las elecciones anteriores, como es el Frente Renovador o los partidos políticos de Rodríguez Saá y (José Manuel) De La Sota”.
En la Cámara de Diputados, además de Ilardo está Gustavo Majstruk, quien “pegó el portazo” hace un tiempo y ahora evalúa volver, aunque no será justamente por el cambio de nombre.
"Me fui con fecha de regreso, cuando el justicialismo comenzara a ser oposición de verdad. He notado que últimamente ha empezado a tener posiciones más definidas; yo tampoco tengo posiciones extremadamente duras. Pero no podía ser que antes arregláramos algo antes de entrar al recinto y en el ascensor o en la escalera cambiaran todo por algún llamado”, dijo el alvearense ligado al ex intendente Juan Carlos De Paolo.
Avanza el acuerdo por la deuda con la Anses
Ayer tuvo su primera sanción la ratificación del convenio de pago, por el que la Provincia se pondrá al día con la Nación. Se trata de una deuda de 4.500 millones de pesos por contribuciones previsionales mal retenidos.
El acuerdo fue publicado la semana pasada en el Boletín Oficial y en estos días debe recibir la ratificación legislativa. Ayer fue el turno del Senado, que aprobó sin mayores reparos la medida. En Diputados, el camino se supone que será igual.
Con estas dos aprobaciones, quedará oficializado el convenio de pago por 20 años, en los que se irá cancelando la deuda que se originó a partir de 2005, cuando sucesivos cambios de porcentaje en la retención generaron una diferencia, que luego reclamó la AFIP ante la Corte Suprema de la Nación.