Durante años Antonello Zappadu retrató el ecosistema de sexo y poder en Villa Certosa, la enorme mansión de recreo que Silvio Berlusconi, el ex primer ministro de Italia, tiene en Cerdeña.
Según informó el diario español La Vanguardia, desde el 2007, el fotografo publicó tres exclusivas que expusieron el lado más íntimo del fundador de Forza Italia.
La primera, en la revista Oggi, donde lo retrataba con dos chicas sentadas en su falda mientras él les metía una mano en los pechos y la otra en la vagina. La segunda, en el 2009, para el diario El País, que publicó una imagen del ex premier checo Mirek Topolánek, rodeado de chicas, desnudo y exhibiendo el pene erecto y la tercera en 2011, en L'Espresso.
En esa publicación Berlusconi entretenía a dos jovencísimas mujeres en Villa Certosa mientras que los italianos votaban en referéndum sobre su inmunidad.
Esas imágenes son una pequeña parte de todo el material que guarda en Colombia –donde vive desde hace unos años– porque está bloqueado por los órganos judiciales italianos.
"Tengo un archivo de 80.000 fotografías, y me gustaría que salieran a la luz", dijo el fotógrafo, que acaba de publicar Vi presento Berluscolandia, un libro en que relata su experiencia.
“Ahora que los procesos se están cerrando, quiero contar mi historia, porque me han llamado de todo y todo son mentiras”, aseguró.
En el 2007, Zappadu se subió a la colina cercana a Villa Certosa para fotografiar a Berlusconi y su entonces todavía esposa, Veronica Lario, porque había rumores de que estaban arreglando su crisis matrimonial.
Pero en vez de ver al matrimonio el fotógrafo sorprendió ex primer ministro con dos jovencitas.
"Imagina qué hubiese pasado en EE.UU. Sólo la sospecha de que existiesen estas fotografías hubiese hecho dimitir al presidente –opina–. En Italia nada, es la leyenda del macho", reclamó. Sin embargo, hoy a sus 82 años Berlusconi volvió a presentarse al Parlamento Europeo.
Posteriormente, Lario pidió las fotografías para exigir el divorcio, y logró que la Justicia dictaminara en primera instancia una pensión de millones de euros al mes, que después fue rebajada.
Con esta información en sus manos, Zappadu continuó asechando al ex primer ministro y tras conseguir las llaves de llaves de una casa con un acceso visual completo a Villa Certosa contempló escenas surrealistas.
Zappadu asegura que hasta tiene imágenes de una boda ficticia entre Berlusconi y una de las chicas. “Era una especie de desfile. Cada una de ellas tenía un ramo, y en un cierto punto, ellas comenzaron a cantar la marcha nupcial y aplaudieron diciendo ‘¡viva los novios!’”, contó.
No obstante, lo que más le molesta al fotógrafo es que - según su parecer - para construir "Berluscolandia" , dañaron el patrimonio de Cerdeña.
En los jardines de Villa Certosa, de 27 habitaciones, el magnate se hizo levantar un volcán que entraba en erupción –los vecinos llamaron a los bomberos asustados en una ocasión– una gruta submarina y una montaña artificial rodeada de olivos.
En las grabaciones que una prostituta de lujo entregó a la Policía, el ex primer ministro presumía de haber encontrado 30 tumbas fenicias.
Zappadu trabaja hoy en Colombia, ayudado por la altísima suma que ganó con estas exclusivas. En noviembre se cierra el último de sus ocho procesos judiciales por este asunto. “Sólo perdí una vez, cuando mi agencia tuvo que pagar 10.000 euros. Tengo el expediente impecable”, asegura.
Cuando la justicia se lo permita, le gustaría publicar otro libro. Esta vez, sin guardarse nada.