El Fondo Monetario Internacional (FMI) difundió ayer su extenso informe con las proyecciones sobre el futuro de la economía global, en el que no sólo confirmó que la crisis en la Argentina será más extensa de lo previsto, sino que además proyectó que la inflación caerá al 17% recién en 2024 .
Se trata del primer pronóstico del Fondo bajo la conducción de la búlgara Kristalina Georgieva. Los equipos técnicos tomaron nota de la reconfiguración de los escenarios tras las elecciones primarias, observando el nuevo mapa político, con la instalación como favorito del candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, y el impacto del cimbronazo financiero que sucedió a aquellos comicios.
El organismo multilateral de crédito reconoció que la recesión persistirá el año próximo. Calculó que la caída del Producto Bruto Interno (PBI) de este año será de 3,1%, mucho mayor a la prevista en el reporte que se difundió en abril, cuando habló de una contracción del 1,2%.
Los guarismos también adquirieron una dimensión más preocupante en otras áreas: la carrera de los precios terminará este año en un 57,3%. Es decir, 26,8 puntos porcentuales más que lo indicado en abril. El FMI se encargó de explicar que el nuevo dato está asociado a la devaluación que registró el peso, sobre todo, la posterior a las primarias que superó el 20%.
Para el año siguiente, el Fondo cree que la economía no sólo no crecerá el 2,2% esperado hace seis meses sino que desplomará 1,3%. La recuperación recién se consolidará al final del mandato de quien se imponga en los próximos comicios generales y la evolución del PBI alcanzaría un incremento del 3,2% pero en 2024.
"La contracción en Argentina continuó a través del primer semestre del año, aunque a un ritmo más lento, y los riesgos en el futuro son claramente a la baja debido al fuerte deterioro de las condiciones del mercado", subrayó el escrito.
Pero una de las principales novedades del reciente documento es que se anticipó el nivel anual que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que mide el Indec podría llegar a tener en 2024. Para el FMI, la frenética carrera inflacionaria aminorará su marcha y se ubicará en el 17%, pero también un año después de que termine el próximo mandato presidencial.
Cuentas Públicas
Otro dato a destacar es el referido al tan discutido manejo de las cuentas públicas. El Fondo prevé que el superávit llegará en 2020, aunque modestamente, tras el drástico ajuste que se comprometió a aplicar Mauricio Macri para acceder a los U$S56.300 millones.
Los reciente números sobre el balance de la cuenta corriente indican que este año el rojo ascenderá a 1,2%, que el próximo habrá un resultado positivo de 0,3% (y no -2,5% como se dijo en abril ) y que en 2024 volverá a instalarse el déficit, en torno al 1,6%, pero a un nivel menor al -2,2 por ciento vislumbrado en el informe anterior.
Los guarismos parecieron ajustarse a ciertos compromisos que Alberto Fernández repite en campaña, al rememorar que los años en los que se desempeñó como Jefe de Gabinete del fallecido expresidente Néstor Kirchner fueron los únicos en más de un siglo con superávit fiscal.
"Para mí es fundamental el equilibrio fiscal. Eso no es un tema de derecha, sino de racionalidad", asegura Fernández cuando le consultan sobre el futuro de las cuentas públicas del país. Sin embargo, en el pasado debate presidencial también aclaró: "No me preocupa tanto el gasto público cuando se habla de ampliar derechos".
De cualquier manera, el futuro fiscal será a un tema prioritario a resolver por quien se imponga en las próximas elecciones, fundamentalmente de cara a las negociaciones para tratar de reprogramar los vencimientos de la deuda.
Al presentar el documento, la jefa de los equipos económicos del Fondo, Gita Gopinath, ratificó la voluntad de "hacer lo mejor" para asistir a la Argentina frente a estas "épocas de tensiones".