Las felicitaciones que el Gobierno nacional recibió del Fondo Monetario Internacional (FMI) por los esfuerzos para estabilizar la economía, no estuvieron exentas de advertencias: ayer, el representante del organismo en la región alertó sobre el impacto que puedan generar las elecciones presidenciales en la misión para superar la crisis.
Puntualmente, el Fondo planteó que el proceso electoral podría "reducir el apetito de la reforma" que emprendió la administración de Mauricio Macri para estabilizar las cuentas públicas.
El director del FMI para América Latina, Alejandro Werner, fue el encargado de transmitir el mensaje, al presentar en Washington la actualización de las perspectivas sobre el crecimiento económico en la región, el cual estiman que evolucionará a un ritmo más lento.
Al respecto, el economista Arnaldo Bocco proyectó que uno de los principales obstáculos que podría generar la disputa electoral es que "la presión cambiaria va a ser alta, a pesar de que aumenten las exportaciones".
El funcionario del FMI también se animó a compartir algunas de las observaciones sobre la situación que transita la Argentina. Destacó que "la inflación y las expectativas de inflación se encuentran en una tendencia descendente desde octubre".
Agregó que, de continuar esa tendencia, surgirán las condiciones para avanzar con una "reducción gradual" de las tasas de interés que establece el Banco Central a través de las licitaciones diarias de las Letras de Liquidez (Leliq), cuyo rendimiento anual promedio se ubicó ayer 56,598 por ciento.
Werner señaló que esa baja "combinada con un aumento del salario real y de las exportaciones, generaría una recuperación de la actividad económica a partir del segundo trimestre de 2019".
La observación del representante del Fondo sobre el eventual impacto de la batalla electoral en la recuperación de la economía se produjo cuando todavía en el Gobierno nacional celebraban las felicitaciones públicas que la propia Lagarde expresó al término de una reunión con el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y con el presidente del Central, Guido Sandleris.
"La sólida implementación del plan de estabilización de las autoridades y la continuidad de las políticas han sido muy útiles para Argentina y seguirán siendo esenciales para mejorar la resistencia de la economía a los shocks externos, preservar la estabilidad macroeconómica y fomentar el crecimiento a mediano plazo", evaluó Lagarde luego de ratificar su apoyo al plan económico de la Argentina.
Las estimaciones del FMI apuntan a que la Argentina cerró 2018 con una contracción de 2,8 % y espera que en 2019 sea de 1,7 %, para volver al crecimiento positivo en 2020 del 2,7 %.
La próxima misión del Fondo para revisar en detalle la marcha de la economía argentina se iniciará durante la primera quincena de febrero. Los enviados del organismo analizarán si los números oficiales coinciden con lo acordado por la administración de Macri para acceder al mega crédito por 56.300 millones de dólares.