Carlos Menem se quedó otra vez sin la re-re. La primera vez, porque la Constitución le impedía postularse a un tercer mandato presidencial, en 1999. Y ahora, porque la Cámara Nacional Electoral (CNE) lo inhabilitó a ser candidato a senador por La Rioja por otros seis años, debido a que tiene una condena por corrupción.
La decisión de la Justicia Electoral, anunciada esta tarde, no solamente significa el fin de la carrera política del expresidente de la Nación, de 87 años, sino que además podría coronarla de la peor manera: yendo preso a fin de año.
El jueves de la semana pasada se había anticipado la decisión de la CNE en contra de Menem. Como en diciembre terminará su mandato y así perderá los fueros parlamentarios de los que goza por ser miembro del Senado desde 2005, el expresidente de la Nación podría ir inmediatamente a prisión por estar condenado por la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador.
Tal como anticipó este diario, la CNE aplicó el criterio que usó para desplazar de la Cámara alta al exgobernador correntino Raúl Romero Feris, impugnado para ser candidato 48 horas antes de las elecciones del 2001, por estar condenado por causas de corrupción.
Romero Feris no tenía condena firme cuando fue vetada su candidatura. Recién a fines del mes pasad la Cámara del Crimen número 2 de Corrientes lo condenó a 4 años y 6 meses de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por el desvío de más de 400 mil pesos que debían destinarse a pobladores inundados.
La candidatura de Menem fue cuestionada en tres demandas diferentes por tener sentencia firme de la Cámara Nacional de Casación que lo condenó a 7 años de prisión por contrabando de armas a Croacia y a Ecuador durante su mandato (1989-1999). El Código Nacional Electoral y la jurisprudencia prohíben a ciudadanos condenados ser candidatos.
Contra el dictamen del fiscal
La CNE inhabilitó a Menem horas después de que el fiscal federal con competencia electoral Jorge Di Lello declarara que Menem está en condiciones de competir en las PASO del domingo como precandidato para renovar su banca, con el argumento de que, en tal caso, quien debe examinar la "idoneidad moral" de un postulante no es la Justicia sino el propio Congreso.
En un dictamen de 31 carillas que presentó ante la CNE, Di Lello sostuvo que las objeciones contra la precandidatura de Menem fueron presentadas fuera de término, por lo que enumeró cuestiones formales para oponerse.
La impugnación a la que hizo lugar la CNE fue presentada por la alianza Izquierda al Frente por el Socialismo, distrito La Rioja. Esta agrupación apeló una resolución de la justicia electoral de La Rioja contra su pedido de impugnación.
"No puede perderse de vista lo que señala la CNE en relación a lo que significa quitar un candidato de una boleta, con sólo cuatro días hábiles por delante antes de los comicios", señaló Di Lello en su dictamen, que no fue tenido en cuenta por la Cámara. El fiscal señaló que "no se puede permitir que los plazos para este tipo de impugnaciones estén abiertos 'sine die'".
Di Lello sostuvo que Menem fue senador durante 11 años consecutivos incluso procesado por el presunto encubrimiento del atentado a la AMIA y que en ningún momento se decidió "su apartamiento de dicho cargo, ni habiendo surgido en los hechos ninguna situación fáctica o jurídica distinta".