Siempre un Globo -Lepra incluye un montón de condimentos. Distinto por donde se lo mire. No importa en qué categoría se juegue.
A la altura de un clásico se vive cada vez que se ven las caras.
Y el festejo fue del Huracán, sin sobrarle demasiado, pero con justicia volvió a cantar victoria tras dos encuentros sin poder sumar de a tres.
El dueño de casa puso lo mejor que tenía en cancha, con futbolistas que habitualmente se desempeñan en otras divisionales. Por eso saltaron al campo de juego: Diego Pereyra, Jorge Olmedo, Fernando Cámara, Maxi Montiveros, Gabriel Moyano y Paul Martín.
El Azul con los pibes fue al General San Martín con el objetivo de llevarse algo al Parque, pero se quedó con las manos vacías.
Huracán pegó rápido en el partido, tras una muy buena asistencia para Martín que el delantero terminó definiendo sobre la humanidad de Rodríguez. Golazo por la concepción y la resolución con el balón picando.
Cualquier libreto que podía tener el elenco de Alejandro de la Riba se desmoronó en pocos minutos, teniendo en cuenta que ya estaba abajo en el marcador cuando el trámite no se había armado.
La conquista frenó el ímpetu del local y provocó la desesperación de la leprita, que fue con más ganas que ideas en busca de conseguir la igualdad. Y encima se quedó con un hombre menos por la expulsión de Úbeda. Sólo un remate de Giménez desviado fue lo más peligroso en la primera etapa, muy poco como para poner en aprietos a Vouilloud.
No cambió mucho el desarrollo en el complemento, con un Huracán sin pisar el acelerador y la visita impotente a la hora de generar juego y modificar el resultado. Aunque tuvo una chance muy clara con un cabezazo de Vega que tapó abajo el arquero lasherino.
El Globo terminó tranquilo, casi sin despeinarse contra un conjunto sin ideas.
Por eso el festejo inundó el General San Martín en un partido “especial”.
