Si hay una cualidad que no puede negársele a Boris Johnson es su gran capacidad para destacarse aún cuando el foco mediático está en otro lado. Este conservador con pinta de comediante, capaz de tratar con tibieza los temas más relevantes y ponerse serio con los más triviales, es el favorito para suceder a la todavía primera ministra del Reino Unido, Theresa May, quien dimitió luego de batallar -y no conseguir- la aprobación del Brexit en el Parlamento británico.
Dos veces alcalde de Londres y exministro de Relaciones Exteriores, Johnson, de 54 años, no le teme a la incorrección política. Admirado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue acusado meses atrás de islamófobo por comparar a las mujeres con burka con "buzones de correos". Hasta May le exigió que pidiera disculpas, pedido que ignoró por considerar "ridículo". También causó revuelo cuando llamó a Obama "el presidente medio keniata".
"Johnson se ha convertido en un Donald Trump barato. Sus comentarios son ridículos y bochornosos. Sería mortificante verle convertido en líder del Partido Conservador; eso convertiría a la política británica en algo horrible", decía años atrás el laborista Owen Smith.
Alexander Boris de Pfeffel Johnson nació en Nueva York en 1964 y realizó sus primeros estudios en la famosa escuela de Eton, fundada por Enrique VII en 1440 y a la que han asistido 19 primeros ministros británicos.
Estudió en la Universidad de Oxford y al graduarse empezó a trabajar en una firma de consultoría, de la cual renunció a la semana por encontrar su labor "increíblemente aburrida".
"Me levanto temprano, casi todos los días a las cinco de la mañana, y trabajo duro. La manera de encontrar tiempo durante la semana es cortar el zapping en la televisión y no sentarte a navegar en Internet mirando las diez cosas interesantes que no sabías acerca del culo de Rihanna. ¡Corten con todo eso! Es una absoluta pérdida de tiempo", dijo tiempo atrás en una abierta crítica al británico medio.
Fanático de Rodrigo
Días atrás circuló en las redes sociales un recorte del diario The Times que afirma que Boris Johnson es fanático del cuartetero cordobés Rodrigo, "the famed Argentine singer of cuarteto music", además de los irlandeses U2.
“Su habilidad para reírse de sí mismo y despertar simpatía en los demás, para que su esposa le deje de patitas en la calle por sus infidelidades y se crea al mismo tiempo la reencarnación más cercana a Winston Churchill, han hecho del exacalde de Londres y líder euroescéptico el favorito entre los militantes conservadores”, lo describe El País de España.
"Tan proclive a la broma fácil como a la depresión más oscura", como lo describió la periodista Petronella Wyatt, una examante.
Escándalos
En septiembre pasado se divorció, no sin un escándalo mediático, de su segunda esposa, la abogada Marina Wheeler, con quien estuvo casado durante 25 años.
Su mayor extravagancia en un cargo público es quizás el haber organizado mientras era canciller un viaje relámpago a Afganistán en el que gastó 22 mil euros. Sucede que decidió embarcarse súbitamente hacia el corazón de Asia mientras el Parlamento votaba la construcción de una tercera pista para ampliar el aeropuerto de Heathrow, un proyecto que había desatado la oposición de los vecinos de la zona y de organizaciones ecologistas. Johnson, según apuntan medios europeos, había asegurado a los electores de su distrito que "se tumbaría frente a las excavadoras para impedir que la pista comenzara a construirse". Como la disciplina partidaria obligaba al político a votar a favor del proyecto del Gobierno, el extravagante Johnson se inventó un viaje que ni siquiera figuraba en su agenda. Por supuesto que a su regreso ignoró todos y cada uno de los pedidos de dimisión.
Igualmente, terminó renunciando un par de semanas después, pero por otras causas. Fue cuando el gobierno de May aprobó un plan para negociar con la Unión Europea un Brexit más blando.
Populista
Carismático, popular, culto y hábil políticamente, Johnson fue uno de los artífices de la victoria en el referéndum del 2016 para salir de la UE.
Con un discurso populista, Johnson se presenta como un conservador de ley, que promete "usar las ideas conservadoras básicas para adaptarlas a los problemas actuales". Una de ellas es la baja de impuestos, que suena como una dulce melodía a los oídos de los votantes. "Ajustemos nuestros impuestos para estimular la inversión y el crecimiento. Debemos constantemente apuntar a que bajen, no a que suban. Es el modo conservador de hacer las cosas. Sigamos nuestros instintos conservadores", sostiene.
En campaña
"Si salgo elegido, saldremos (de la Unión Europea) el 31 de octubre, haya o no haya acuerdo", dijo ayer en el lanzamiento de su campaña.
“Luego dos fechas límites perdidas, en marzo y en abril, para ejecutar el Brexit, el país no puede retrasar el nuevo plazo para salir de la UE. Retraso significa derrota, retraso significa (Jeremy) Corbyn”, subrayó en referencia al líder del partido laborista.
Johnson aspira a ser elegido para nuevo líder del Partido Conservador el próximo julio si consigue los suficientes apoyos entre sus compañeros y también entre los 160 mil afiliados del partido en el Reino Unido.
Los diez candidatos para suceder a May
Además de Boris Johnson, hay otros nueve candidatos para suceder a Theresa May como primer ministro británico.
El ministro de Medio Ambiente, Michael Gove, crítico de Johnson por evitar la exposición, es uno. El canciller Jeremy Hunt también se anotó en la carrera. Hunt se opuso al Brexit en 2016, pero dice que los conservadores deben cumplir con el resultado de la consulta.
Los otros candidatos son el exministro del Brexit Dominic Raab; el ministro de Salud, Matt Hancock; el ministro del Interior, Sajid Javid; la ex líder conservadora en la Cámara de los Comunes, Andrea Leadsom; el ministro de Desarollo Internacional, Rory Stewart, Esther McVey y Mark Harper.
Hoy comenzarán a votar los 313 diputados conservadores. Los candidatos que consigan pocos votos irán siendo eliminados hasta que queden dos, que serán sometidos al voto de unos 160.000 afiliados.