El éxodo venezolano, drama humanitario

Son millones los venezolanos que han abandonado su país natal y se asegura que hay un 30% de su población que busca emigrar.

El éxodo venezolano, drama humanitario
El éxodo venezolano, drama humanitario

Los números que hacen alusión al éxodo de venezolanos son concluyentes y sólo pueden ser discutidos por un grupo de funcionarios que utilizan todos los medios a su alcance -lícitos e ilícitos- para mantenerse en el poder, a sabiendas de que un cambio de gobierno los llevará a sentarse en el banquillo de tribunales.

Son millones de personas las que viven fuera de su país natal y la mayoría de ellas no están dispuestas a volver.

"Venezuela ha pasado de ser un país de inmigración a ser uno de emigración", asegura un sociólogo de la Universidad Central de Venezuela, quien expresa además que "la crisis política, económica y social, así como la creciente incertidumbre y la violencia, han hecho que cada vez más venezolanos se vayan de su país, con el agravante de que esa migración no entiende de clases sociales, sino que llega a todos por igual".

Con vistas a futuro la situación es aún más inquietante, ya que se afirma que el 30 por ciento de la población está preparando sus papeles para irse.

Venezuela es un país con una reserva de petróleo considerada la más importante del mundo. Poco más de una década atrás, con el valor del crudo a precios importantes, se convirtió en un país de atracción de inmigrantes.

Pero también sirvió para que su entonces presidente, Hugo Chávez, contara con los dólares suficientes para instalar la denominada Revolución Bolivariana e inclusive la "exportara" a través de los aportes para financiar campañas políticas de dirigentes de otros países, de las que la Argentina no estuvo exenta.

La caída en el precio del crudo y la muerte del creador e impulsor de la "revolución" constituyeron un duro golpe para el país. En primer lugar, porque se empobreció económicamente; en segundo término, porque el gobierno quedó en manos de un hombre como Nicolás Maduro que ha demostrado ser absolutamente incapaz, que se ha rodeado de gente tan incapaz como él y que sólo puede recurrir a la fuerza y a la aplicación de todo tipo de artilugios para mantenerse en el poder, incluyendo en ellos elecciones fraguadas, insólitas convocatorias a comicios y la detención de los políticos opositores.

Más de cien muertos costaron los reclamos populares que sólo buscaban poder acceder a comida, medicamentos o artículos de primera necesidad.

Frente a ese panorama, no resulta extraño que los venezolanos opten por emigrar, con todo el costo sentimental que ello trae aparejado.

Colombia se ha constituido en el principal país receptor y se asegura que más de 4 millones de venezolanos cruzaron la frontera para instalarse en Cúcuta, lo que ha llevado al presidente colombiano a anunciar nuevas medidas migratorias.

Otro tanto sucede con Brasil, donde el presidente Temer ordenó duplicar los efectivos militares en el estado de Roraima, lindante con la frontera venezolana.

En el caso de la Argentina, el gobierno dispuso que se simplifiquen y agilicen los trámites de residencia para facilitar el ingreso de la comunidad venezolana al país.

La cantidad de radicaciones viene creciendo exponencialmente desde 2015, cuando se produjo el ingreso de 5.798 venezolanos y el récord histórico se produjo el año pasado con 31.167 ingresos.

La residencia temporaria tiene una duración de dos años, plazo a partir del cual se puede pedir la residencia permanente.

Se indica que desde 2007 los tres países con mayor cantidad de ciudadanos radicados anualmente fueron Paraguay, Bolivia y Perú. Desde 2004 Venezuela se mantuvo en el quinto lugar, en 2016 pasó al cuarto y en 2017 ascendió al tercer puesto.

Para el presidente Nicolás Maduro, la emigración forma parte de una campaña xenofóbica y asegura que "en Venezuela viven 5,6 millones de colombianos y llegan todos los días nuevos".

La defensa de Maduro carece de consistencia, mientras debe enfrentarse a una cruda realidad, como es el reclamo internacional encabezado por el titular de la OEA, quien sostuvo que "la sanción más terrible para el pueblo venezolano serían seis años más de represión y dictadura, de hambre, de enfermedad y de privación de los derechos humanos", planteando la necesidad de "utilizar todos los medios a nuestro alcance para poner fin a esta opresión, porque constituye una amenaza para la paz internacional".

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA