El ex gobernador de Mendoza y actual embajador de Argentina en Colombia, Celso Jaque, gana más que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El malargüino fue nombrado embajador de ese país en 2011, cuando dejó la gobernación tras la asunción de Francisco "Paco" Pérez. Aunque muchos lo vieron como un "castigo", ya que no se llevaba ningún puesto político en Argentina, lo cierto es que Jaque tiene un buen pasar en ese país latinoamericano.
Este parámetro se repite con todos los diplomáticos, ya que cobran salarios en dólares.
Según publica hoy el diario La Nación, Jaque cobra 15.932 dólares mensuales, a diferencia de Cristina que informó en enero que su sueldo es de 79 mil pesos, poco menos de 10 mil dólares.
Algunos embajadores argentinos gozan de sueldos que alcanzan hasta los 22.000 dólares por mes y la mayoría tiene salarios más altos que sus pares de Chile, Brasil y Estados Unidos que residen en la Argentina. Incluso, los diplomáticos argentinos superan a algunos presidentes de la región.
Según informa ese diario, en base a un pedido de acceso a la información que realizó, más de 90 embajadores que representan al país en todo el mundo perciben, en promedio, un sueldo de 16.885 dólares mensuales.
La Nación afirma que el embajador argentino en Venezuela, Carlos Cheppi, es el más que más cobra: 22.500 dólares por mes, sin contar los descuentos. Lo siguen sus pares en Suiza, Antonio Trombetta, y Japón, Raúl Dejean, que perciben 21.300 dólares. También superan los salarios de Michelle Bachelet (15.900 dólares) y Dilma Rousseff (11.700 dólares).
Según Cancillería, los diplomáticos deben cobrar según el costo de vida del país en el que viven. El salario base es de 40 mil pesos pero se agrega como referencia cálculos de la ONU.
Pero, además, los embajadores cuentan con gastos de representación para las funciones que deben cumplir, como traslados, cenas y otros rubros, que están sujetos a la rendición de cuentas mediante un sistema informático. El monto se fija todos los años en una negociación que hace cada sede diplomática. Cuentan con un auto oficial y una residencia considerada territorio argentino en el exterior.
Además manejan dinero para rubros que van desde gastos de librería hasta refacciones de la sede diplomática.