Adrián Guirín (31), capturado por la policía mendocina en El Carrizal y llevado a testificar en la Oficina Fiscal 9, alquiló durante dos años un local de Blas Shopping, ubicado en Guaymallén (Lincoln 277) a metros del Mendoza Plaza Shopping. Allí tenía sede Golden Fest, la empresa de su propiedad con la que estafó a cientos de mendocinos.
Según cuenta el propietario del espacio, Roberto Melimaci, Guirín (también conocido como Adrián Ríos) le quedó debiendo parte del alquiler antes de trasladarse a sus nuevas oficinas céntricas, ubicadas en San Martín 477, de Ciudad.
También agregó que Guirín estaba ofreciendo fiestas para 2019, con cómodas cuotas como las ofrecidas para las frustradas fiestas de estas fechas.
"Cuando se mudó en agosto me debía 16 mil pesos y tras varios meses reclamándole me pagó cuatro mil. No es nada al lado de la cantidad de personas que ha estafado y los montos, pero demuestra cómo se manejaba", dijo Melimaci.
Además, trascendió que era reconocido por los empleados del lugar y también por sus prestadores como "Cara de papa" por su parecido (cara redonda, sin pelo, sin expresiones) con un personaje de dibujos animados de Disney en la famosa saga “Toy Story”.
Por otra parte, agregó que cuando inició con el negocio pagaba puntualmente pero que, cuando empezó a tomar vuelo con su emprendimiento, los pagos comenzaron a hacerse esporádicos.
"Recuerdo que andaba en un Volkswagen Gol todo destartalado y de un día para el otro cayó en un Audi Azul", comentó.
“Eso era extraño porque demoraba los pagos de alquiler pero tenía auto nuevo", explicó el empresario.
Melimaci dijo que todo esto que ha ocurrido se lo veía venir, porque iba notando señales de que algo no funcionaba bien. "Me debía alquiler a mí y abrió un local en el centro. El alquiler de la calle San Martín le costaba 11 mil pesos pero no me cumplía a mí con el pago de 7 mil", recordó Melimaci.
Además dijo que en una charla que tuvo con Guirín, éste le contó que había hecho 34 eventos seguidos por lo que su semestre había sido buenísimo.
De todas formas, la plata del alquiler no aparecía y siempre atendían los teléfonos diferentes empleados porque: "la rotación de gente que tenía era impresionante".