El déficit fiscal primario sigue a la baja, pero la deuda externa crece: en los primeros nueve meses del año el Estado gastó un 63,4% más de lo que destinó a inversiones en infraestructura y va rumbo a alcanzar la masa salarial pública nacional.
El crecimiento de los intereses responde al mayor endeudamiento tomado por la coalición Cambiemos para financiar la gestión y por el impacto de la devaluación: se necesitan cada vez más pesos para afrontar el pago de la deuda en moneda extranjera.
Estimaciones privadas indican que el Gobierno nacional tomó unos 120.000 millones de dólares en deuda para cubrir el rojo, que la Argentina arrastraba desde 2008 y que fue agrandado por Cambiemos hasta llegar a 7 puntos del Producto Bruto Interno (PBI).
Según informó ayer el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, el déficit fiscal primario cayó un 31,1% en los primeros nueve meses del año, hasta los $153.315 millones. Si ese número se ajusta por inflación, el descenso representa una baja real del 47%.
Dujovne celebró que el déficit primario descendió al 1,1% del PBI en el acumulado anual. Ese indicador se ubica muy por debajo de la meta del 2,7% establecida para este año. Así, el Gobierno se encamina hacia el déficit cero en 2019.
Ese resultado -precisó Dujovne- sumado a la ejecución del Programa de Inversiones Prioritarias arroja un valor de 1,3% del PBI, lo cual es 0,6% del PBI inferior a la meta establecida para el tercer trimestre del año, que era del 1,9% del PBI.
En tanto, el rojo financiero (que contempla el pago de los intereses de deuda externa) creció 3,5% nominal hasta los 383.942 millones de pesos en el acumulado de los primeros tres trimestres del año.
Resulta que los intereses de la deuda que debió pagar el Estado entre enero y setiembre se dispararon un 55,2% hasta los $230.627 millones.
En lo que va del año, el precio del dólar se disparó 97,8%. Esa suba duplicó en pesos lo que el Estado debe abonarles a los acreedores privados en cada uno de los vencimientos de deuda del mes.
Los ingresos totales se ubicaron en los $1.878.230 millones en los nueve meses, al crecer 28,1% anual. Y los gastos primarios ascendieron a $2.031.545, al expandirse 20,3% anual. Hay una brecha de casi 8 puntos porcentuales que el Gobierno celebra como un hito de la gestión.
"La baja en el gasto que está realizando la Argentina en estos años del presidente (Mauricio) Macri es realmente inédita", sostuvo el ministro. Y agregó: "Llevamos 15 meses consecutivos con los ingresos creciendo por encima de los gastos primarios. Es lo que nos está permitiendo ir reduciendo el déficit fiscal primario".
Entre enero y setiembre, el Estado gastó $280.077 millones en salarios, con un crecimiento nominal del 17,8% anual; y $141.101 millones en infraestructura, con un baja nominal del 13,1%.
Asimismo, le dedicó $48.804 millones en transferencias a provincias, con un avance del 0,8%; y $230.627 millones en intereses de deuda, lo que significó una expansión del 55,2%.