A partir de la aprobación del Presupuesto 2019, el Gobierno pondrá en marcha un mecanismo recaudatorio feroz contra los particulares, como si éstos fueran los culpables de la crisis financiera del Estado. La restauración del Impuesto a los Bienes Personales implicará aplicar fuertes aumentos a los automotores y, en poco tiempo más, a los inmuebles.
La ley de presupuesto, en su artículo 75, introduje una modificación a la ley 23.966, que creó el gravamen. En la redacción original se establecía que la valuación de los vehículos estaba a cargo de la Afip. En el nuevo articulado, se tomará como valor el fijado por la Dirección Nacional de Registro Nacional de la Propiedad Automotor (DNRPA).
La intención del gobierno nacional, coordinada con los ministerios de Hacienda de todas las provincias, es que la base de cálculo de los bienes patrimoniales esté lo más acerca posible de los valores de mercado y éstos, que fijados por el organismo nacional, sirven para determinar los aranceles de los formularios 08, pero también son la base que toman las compañías de seguro para fijar los límites de su responsabilidad. Se acercan a los valores de mercado pero son mucho más altos que los que rigen en las tablas de la Afip.
Según han trascendido algunos ejemplos las variaciones en la tasación fiscal pueden aumentar entre 40 y 100%, pero manteniendo las alícuotas, por lo que el impacto sobre los contribuyentes será significativo. Así, un Agile 5 puertas modelo 2017 está tasado por la Afip en $ 180.000 y por la DNRPA en $ 257.000, lo que representa un 43% más. También, en el caso de un Fiat Siena 2017, que vale para la Afip $ 225.000 pasará al valor de la DNRPA de $463.500, lo que representa un 106%.
En lo que respecta a los inmuebles, una vez sancionada la ley de Presupuesto, se reunirán en Buenos Aires representantes de las provincias y de la Nación para conforman una comisión valuadora. Esta tendrá como objetivo, en principio, establecer y unificar los procedimientos para establecer los valores más cercanos al mercado de la totalidad de los inmuebles del País.
Esos nuevos valores serán las referencias que se tomarán para establecer el nuevo Impuesto a los Bienes Personales, pero también servirá las provincias para el Impuesto inmobiliario. Es una verdadera paradoja, ya que el Pacto Fiscal de 2017 se había establecido que iba a desaparecer el impuesto nacional, ya que es un caso típico de doble imposición, contrario a los principios de la Constitución Nacional y, ahora, no solo se restablece sino que, además, se aumenta la base imponible.