En un español que se abre paso muy bien entre el portugués, el italiano, el francés y el inglés, Davide Marcovitch contribuyó con conceptos claros para "pensar en la Argentina que queremos", durante su participación en el ciclo Los Andes 2020.
Desde su experiencia de coordinar y dirigir la tarea y los negocios en diferentes países, el presidente del grupo LVMH (Moët Hennessy - Louis Vuitton) para América Latina, África, Medio Oriente y Canadá y presidente global de Chandon (producidos en Argentina, Australia, Brasil, California, China e India), señaló convencido que Argentina es uno de los países más ricos del mundo. “Quizá el problema de Argentina es que se pueda dar el lujo de permitirse algunos errores en la parte económica”, indicó.
Este profesional que supo reestructurar Chandon en Brasil en 1989 señaló que en estos momentos Argentina está sufriendo una crisis de confianza en el futuro "más que una crisis económica". "El espumante sufre más porque cuando no hay confianza en el futuro, la gente no está dispuesta a festejar", dijo y comentó que su compañía intenta posicionar al espumante fuera de las conmemoraciones con la idea de que "cada día hay un motivo para celebrar".
No obstante, para Marcovitch en las crisis siempre hay oportunidades para hacer inversiones. “Uno tiene que aprovechar las oportunidades, en vez de ver las dificultades”, sugirió.
Este hombre que el año pasado vivió 254 días fuera de su casa que está en Brasil -donde está su ropa y vive su esposa, según sus propias palabras- advirtió que “la educación es lo más importante para el futuro de una nación” y que junto a la salud deben ser los focos de inversión más importantes que un país debe tener.
En este contexto, Marcovitch ponderó la educación argentina. "Tiene muy buen nivel educativo; mucho mejor, por ejemplo, que Brasil; pero menos bueno que China", precisó. La clave -desde su punto de vista- tiene que ver con una planificación más integral. "Hay chinos que hablan perfectamente español, perfecto portugués, perfecto italiano, perfecto francés. Se educan pensando en el futuro desarrollo de los cambios comerciales con esos países", ejemplificó y consideró: "Creo que Argentina es la mejor de América Latina, pero puede hacer inversiones mejores aún y llegar al nivel de Estados Unidos, China y Europa, que son los tres más desarrollados".
Este profesional que ha optado por un tipo de gestión en la que prefiere “sentir la gente, sentir cómo andan las cosas” en vez de permanecer sentado en una oficina, contó casos concretos de mendocinos trabajando en diferentes áreas de Chandon en otros lugares del planeta. “Argentina es exportadora de talentos”, apuntó.
En los casi 30 minutos de charla con Luis García, gerente general de Los Andes, también habló de la salud pública y enfatizó en que el modelo a seguir es el de los países del norte de Europa donde se invierten bien los impuestos. "Los impuestos son altos, pero hay servicios de vuelta a la población", señaló tras especificar que en América latina "a veces se recauda mucho y se gasta mal; no se invierte en salud, se invierte en funcionalismo público".
La tecnología es otro de los aspectos en los que Argentina tiene que evolucionar. "A nivel general, le pondría un 5 ó 6, pero en término de viticultura y enología estaría entre un 7 y un 8", indicó durante la entrevista.