Muy poco se conoce sobre el artista español Pablo Vera Sales, que llegó a Mendoza en 1923 y se estableció aquí hasta su muerte. Él, como varios artistas plásticos españoles, inmigró a la provincia.
Ya en Mendoza, guardó sus caballetes y los cambió por la máquina de escribir. Así nació su vocación periodística, que lo destacó como director de los matutinos "La Libertad" y "Últimas Noticias", además de ser corresponsal del diario "La Nación". Aunque nunca dejó su oficio de artista y fue en 1933 miembro fundador de la Academia Provincial de Bellas Artes.
Querido por los colegas de la época, fue por años presidente del Círculo de Periodistas de Mendoza. Además de sus grandes obras pictóricas y sus artículos, Vera Sales quedará en la historia local como el ganador del primer diseño del póster de la Fiesta Nacional de la Vendimia de 1936.
El pintor y periodista nació en Toledo en 1897. Era hijo del magnífico artista José Vera González (1861-1936) y hermano de Enrique Vera y Sales (1887-1956), uno de los más destacados pintores españoles de la historia. Pablo falleció en Mendoza en 1949.
Entrevista al pintor toledano
Transcribimos aquí la primera entrevista que Los Andes publicó a un artista plástico. Apareció el 3 de julio de 1927, en el suplemento de Cultura. El pintor Pablo Vera Sales presentaba su exposición de óleos sobre Toledo en Mendoza. Con el título de “Hablando con el pintor P. Vera Sales” arranca esta entrevista que permite escudriñar en las búsquedas del artista:
"El pintor español P. Vera Sales inauguró una exposición de pintura española en el Salón del Banco de la Provincia, Gutiérrez 55. La característica de esta muestra de arte netamente española, nos ha impelido a visitar al artista Vera Sales y a conocer aquella a través del propio pintor.
Vera Salles es castellano. Nacido en Toledo y de familia de pintores, su sentimiento artístico es ya en él innato, teniendo por su región nativa su predilecta admiración.
'Castilla -nos dice el pintor- es la tierra de mis amores. En torno a Toledo, Madrid, Segovia, Ávila, Burgos, Salamanca, etc., ha girado mi existencia de incipiente artista. Admirando y sintiendo la obra artística del pasado fui formando en mi espíritu el sentimiento del arte que hasta ahora no cristalizó en algo que significara la iniciación de una obra creadora... Y el milagro se ha producido en estas tierras cuyanas, donde al contacto de una naturaleza agreste, pero antagónica a la que nací, sentí con fuerza extraordinaria la necesidad de imprimir en el lienzo el paisaje castellano que llevaba en mi mente reticulado, sorprendiéndome a mí mismo la soltura y facilidad con que la técnica se aunaba a mi poder evocador. Para realizar mis cuadros me han bastado simples notas de color que traje de España y a las que jamás di la menor importancia, pues que no pensé en ser pintor nunca. Por eso decía que se había producido un milagro al contacto con este paisaje, que sentía tan distinto al de Castilla, pero, emocionándome, me obligó a pintar despertando esa cualidad que existía en mi espíritu, latente'.
Y ante nosotros, el pintor Vera Sales va haciéndonos pasar su obra: paisajes en austera y emocional Castilla, interiores de catedrales, iglesias, calles, plazuelas, arcos de murallas, jardines, nota todas. De interesante poder evocador y variada técnica, que en su oportunidad juzgaremos con ese espíritu crítico. Ante cada cuadro el artista nos habla con cariño espontáneo, de los artistas que produjeron aquellos monumentos de arte soldados a momentos históricos en los que ama una fe religiosa potente y una energía creadora pasional que revelan la fibra épica de Hispania a través de su historia y que adquiere contornos de epopeya en América.
El pintor nos habla de sus proyectos para el futuro. 'En España -nos dice- tengo puesta mi alma y mi mayor dicha será el día que pueda exponer en Madrid cuadros de ambiente argentino. Aunque en esta exposición de Mendoza no presentaré nada de figura, lo que me interesa más es ésta. Creo que en ella revelaré mejor mis condiciones de pintor. Escenas de criollismo típico, tipos genuinos del norte de la República y pasaje de evocadora historia colonial, me imprimen bríos que aspiro a ver realizados. Sin ser argentino me siento tal, pues en este país ha surgido mi espíritu de pintor y, si algún día llegara a ser algo, al lado del nombre de España pondré siempre el de la Argentina, a la que amo y ama mi patria predilectamente entre sus hijas de América. Solo deseo que el público amateur de Mendoza me ayude en este empeño si encuentra en mí condiciones para ello. Nada más".
Y de charla en charla nos habla Vera Sales del movimiento de simpatía y protección del gobierno de Mendoza por el arte, lo que significa un progreso evidente y la conciencia de que esta rama del espíritu humano es preciso encauzarla y exaltarla.
"Mendoza -añade- ha dado prueba de que en torno a ella surge su valioso núcleo de artistas que la colocan a la vanguardia de las demás provincias argentinas. Prueba de ello, los éxitos de De Lucía y Bravo en Buenos Aires y Marchesse y Azonni en esta capital".