El esfuerzo tuvo su recompensa

Este año, los Antolín estrenaron auto con mucho amor propio y Matías fue al podio en la quinta cita.

El esfuerzo tuvo su recompensa

El actual vehículo que maneja comenzó a tomar forma en el taller de calle Cardonato. Había que renovarse para poder pelear contra la invasión de los Renault Clio, algún que otro Fiat Punto y Peugeot 206, los modernos de Volkswagen (Voyage y Gol Trend) y el Fiesta Kinetic de Ford. A un lado quedó el batallador Chevrolet Corsa utilizado durante las temporadas 2014 y 2015 para apostar a un flamante Classic.

Trabajaron día y noche durante el verano para estrenarlo en la fecha de apertura, allá por fines de febrero. Su padre Daniel fue el impulsor del proyecto, confiando en su plantel de mecánicos y los allegados a la familia sanrafaelina consagrada en el Zonal Cuyano.

Ya en la segunda fecha de Concordia demostró que el producto había nacido bien, arribando sexto. Mejoró en la siguiente cita de Buenos Aires con el quinto puesto sobre piso mojado que lo llevó a saborear champán (premian a los cinco mejores del clasificador), aunque la racha que traía se cortó en San Jorge al sufrir con la caja de cambios.

Sin embargo, con el apoyo de la peña (en la que cenar es solamente una excusa con tal de reunir los fondos suficientes para continuar en la categoría), Matías Antolín llegó a su mejor producción desde que compite en Clase 3 de Turismo Pista, la categoría que hace de “telonera” del TC 2000.

Atrás quedó el tercer lugar conseguido el 12 de octubre de 2014 en Paraná, donde celebró con un puñado de colaboradores ya que su padre y el resto del equipo se encontraban en San Martín con el Zonal. El reciente domingo, el ex campeón de Clase 2 superó ese resultado con la segunda posición alcanzada en el Roberto Mouras platense, en apenas cinco presentaciones con el Chivo del clásico color celeste que caracteriza a los Antolín.

Para los que acompañan

“Como es mucha la gente que está dando una mano, quería regalar un buen resultado para seguir cumpliendo metas a nivel nacional y devolver el esfuerzo que hacen fecha tras fecha. Desde que pusimos el auto en pista funcionó muy bien y la meta se cumplió; me llevé el triunfo en mi serie, logré el mejor tiempo en la prueba de tanques llenos y luché de igual a igual con chances de ganar en la final “, expresó el mayor del clan que, en el primer capítulo de Olavarría, compartió jornada con su hermano Gonzalo que aceleró en la Clase 1.

Un Chivo rendidor

Al momento de hablar de la primera batería del sábado, en la que llegó segundo en pista pero el recargo a Marcos D’Agostino lo depositó en el sitio de honor, comentó que “aproveché la lucha que hubo adelante. El Classic doblaba muy bien en los sectores trabados y fuimos al límite con (Ramiro) Alcaine y (Matías) Silvente, respetándonos siempre. Estuve en el lugar justo para llevarme la serie, contando con un motor que recuperó el nivel gracias a las horas de trabajo dedicadas por mi padre”.

Sobre la carrera definitiva, Matías dijo que “a (Juan Cruz) Talamona lo busqué durante varias vueltas pero no se pudo”. Antes, había dado cuenta de Jonathan Baldinelli en el exigente curvón, dejando la tercera posición para ser escolta. “Salió esa maniobra porque el chasis me lo permitió; se comporta muy bien”, lanzó.

Prendido en el certamen

Con los puntos sumados en La Plata, el sanrafaelino accedió a la sexta posición del torneo. Con 91,5 se encuentra a 52 del líder Horacio Evolo. “Demostramos que el Chevrolet tiene potencial. No es fácil por el acotado presupuesto, pero vamos por buen camino”, cerró.

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