Christian Pietkiewicz, tiene 41 años y en 2007 se mudó a Malargüe. Nació en Buenos Aires y con el afán de buscar tranquilidad comenzó un viaje con un nuevo destino. Así sus valijas terminaron en el sureño departamento.
Vive en una finca, junto a su esposa, en el ingreso Norte de la ciudad de Malargüe. Allí tiene un taller y algunas esculturas sembradas en el extenso patio, donde realiza monumentos a pedido, aunque reconoce que "es una salida laboral complicada, pero valedera".
Si bien tiene claro que no nació en el departamento y su acento lo acusa, se siente malargüino por adopción. La prueba está que cuando participa de encuentros con otros escultores y concursos, Christian lo hace en representación de Malargüe.
Estudió Cine y Bellas Artes, pero nunca le gustó estar encerrado por lo que buscó nuevos rumbos como profesional y tomó este trabajo de la escultura como una forma de vida. Reconoce que su familia siempre lo apoyó, aunque ninguno le inculcó la esencia de las artes, teniendo en cuenta que su padre es metalúrgico y su mamá enfermera.
Uno de sus primeros trabajos fue a los 12 años. En ese entonces hizo una obra que era una mujer sentada en una silla mecedora y el cordón umbilical iba hacia un niño. Diez años después este trabajo fue el ganador de un concurso, sin embargo quien recibió los aplausos fue su hermano quien presentó el trabajo en el certamen.
A la hora de elegir materiales utiliza madera, metal, piedras, resinas, entre otros. Pero si hay algo que Christian destaca de Malargüe es la abundancia de piedras. A nivel general y con el afán de aprender Pietkiewicz participa con frecuencia en distintos encuentros de escultores.
Consiguió menciones y logró también varios primeros puestos. Los días 3, 4 y 5 de abril participó en un concurso nacional de escultores llamado "Talla el otoño en Chos Malal".
Estos encuentros se realizan desde 1988 en distintos puntos del país, y el nombre depende del sitio en donde se lleven a cabo. El objetivo es integrar el trabajo artístico con la sociedad, sumado a las obras de patrimonio de la ciudad en donde se concreta el concurso.
En este encuentro Christian realizó una escultura que comenzó con un tronco y terminó en un caballo de madera, haciendo alusión a los antiguos juguetes.
"Esta escultura es lúdica, tiene movimiento y trabaja sobre la trashumancia. Trabajé sobre el ADN de un niño que recuerda la trashumancia, que es moverse, trasladarse, caminar y además lo tomé como representación porque aquí en Malargüe existe y es muy importante; además fue la primera imagen que capté al mudarme”.
El escultor comentó que partió con un tronco de dos metros de largo, por 60 centímetros de diámetro. Para realizar el tallado, en un principio utilizó una motosierra y posteriormente fue puliendo los detalles con amoladora, cepillo eléctrico y varias herramientas de mano. La materia prima fue para todos igual y este trabajo le demandó 36 horas de tarea.
El jurado -Daniel Genovesi, Eduardo Palaci y Daniel Deambrosi- decidió que el trabajo ganador era el de Christian. El premio, además de lo motivacional, consistió en dinero en efectivo. La obra galardonada quedó en el municipio de Chos Malal, quien luego elegirá dónde emplazarla. "Por lo general las ubican en espacios abiertos y públicos", explicó.
Christian es maestro de Plástica pero no ejerce, aunque reconoció que le gustaría dar clases. Además de participar de distintos encuentros a nivel nacional también ha dicho presente en México y en Paraguay.
"Estas experiencias fueron maravillosas porque tuve la posibilidad de conectarme con escultores de mucha más edad y trayectoria. La suerte que tuve es que esas personas, sin egoísmo, me transmitieron muchos conocimientos que hoy utilizo".
Este premio es un incentivo a seguir creciendo, por lo que prepara una muestra que se realizará en diciembre en Malargüe. Allí se expondrán obras en las que trabaja hace dos años. La particularidad de esta muestra es que la intención no es montarla en un lugar cerrado, sino en la Reserva Provincial La Payunia. "La muestra hace referencia al cuidado del medio ambiente, son alarmas y hablan de lo que puede suceder", concluyó el escultor. / GY