Sea por cuestiones laborales, estudiantiles o mera formalidad, mandar un correo electrónico es una actividad casi cotidiana, como comunicarse por WhatsApp, "chusmear" en Instagram o chequear Twitter. Pero hay ciertos errores que cometemos y no nos damos cuenta.
Gloria Mark, profesora de informática en la Universidad de California, que se dedicó a estudiar el impacto del uso del correo electrónico en nuestro comportamiento, es contundente al respecto: "Afecta al estrés. Encontramos que cuando las personas reciben un correo electrónico su estrés aumenta. Y esto se suma una disminución de la productividad".
El principal error es usar la opción "responder a todos", que hace que una contestación llegue a todos los incluidos en el correo inicial. Otra propuesta a tener en cuenta es la regulación del acceso a las listas interminables de correo electrónico y que pocas personas sean las que realmente necesiten esta herramienta.
Otra alternativa que se baraja es la de utilizar una imagen identificativa del perfil siempre, lo que podría reducir el problema de la respuesta excesiva a todos los mensajes.
En un estudio, “los investigadores encontraron que cuando los participantes tenían solo medio segundo para determinar la idoneidad de la lista de destinatarios, la precisión aumentó en casi un 30 % cuando se mostraban las imágenes que cuando no se mostraban”, postuló Angela Lashbrook.