El empleo en Mendoza no crece - Por Rodolfo Cavagnaro

En la provincia cayó el nivel de actividad, es decir, hay menos gente que trabaja o busca trabajo, a pesar del crecimiento vegetativo.

El empleo en Mendoza no crece - Por Rodolfo Cavagnaro
El empleo en Mendoza no crece - Por Rodolfo Cavagnaro

Con los datos del Indec sobre la situación del empleo, correspondiente al cuarto trimestre de 2017, aparecen detalles interesantes ya que ésta es una de las pocas veces en las que los indicadores de la Nación y de Mendoza saltan en sentidos opuestos.

Según los datos globales, para todo el país, creció la tasa de actividad, es decir, la cantidad de gente que trabaja o busca trabajo. Parte de ese crecimiento puede considerarse vegetativo por los jóvenes que se incorporan cada año al mercado laboral.

Pero además, creció la tasa de empleo, lo que significa que el mercado pudo absorber esa mayor oferta de trabajadores, y esto se corrobora más con la disminución de la tasa de desempleo.

Todo esto tiene una contraparte cualitativa en la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), del Ministerio de Trabajo de la Nación, que releva el empleo formal, y ahí se advierte que, salvo la construcción y algo del comercio y algunos servicios, el resto han sido monotributistas o servicio doméstico, mientras ha caído el empleo industrial.

Con todo, este dato positivo se ve contrastado en Mendoza. El mismo informe del Indec indica que en nuestra provincia cayó el nivel de actividad, es decir, hay menos gente que trabaja o busca trabajo, a pesar del crecimiento vegetativo.

Por otra parte, los índices de empleo también han tenido disminución, aunque también bajó el desempleo. En el caso de Mendoza puede decirse que la caída del desempleo está dada por el menor nivel de actividad.

Otra curiosidad que arrojan estos datos es que si lo comparamos con el crecimiento del Producto Bruto Geográfico (PBG) en 2017, mostró un crecimiento cercano al 3%, y en este caso estamos frente a una economía que crece sin crear empleo.

Estos procesos pueden producirse por varias razones. Una de ellas es que, saliendo de una situación de crisis, las empresas intentan optimizar sus recursos, incluso los humanos, antes de hacer nuevas inversiones o tomar nuevos empleados.

Otra explicación sería que podrían llegar nuevas inversiones con más tecnología, que demandan menos mano de obra pero ése no es el caso de Mendoza.

Las inversiones siguen esperando y 2017 tuvo que soportar la caída de la producción primaria, por efectos climáticos, y la de la actividad comercial por el impacto de las compras en Chile generadas por el atraso cambiario.

Habrá que esperar los resultados de los próximos trimestres aunque, con el impacto que las tarifas han tenido en los salarios, lo más probable es que haya que esperar hasta el segundo semestre, otra vez.

El análisis:

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