Ambos necesitaban ganar para mantenerse entre los de arriba, pero sobre todo Balloffet, pero el empate terminó sin beneficiar a ninguno de los dos.
Con un fútbol simple, Newbery se hizo dueño de la mitad de la cancha y controlaba el partido. El arquero local, Esteban Pelayes comenzó a ser figura, salvando el arco de Balloffet.
Por su parte, el Cruzado, algo remendado y con jugadores en posiciones distintas, buscaba sobreponerse pero no hacia pie.
Pasada la mitad del primer tiempo, el local se animó y con poco complicó a Fernando Presedo que trabajó por momentos y también evito que su valla cayera. Se igualaron las acciones, todo era a dividir y no había un dominador. Todos fueron intentos, pero sólo eso, Newbery empezó como una tromba y se diluyó, Balloffet inició mal, pero terminó mejor.
En el complemento poco cambió, Balloffet encontró la veta, sabiendo que Newbery no generaba. Gutiérrez leyó bien el partido y puso en ventaja al local. La visita sintió el golpe y fue por el empate que Fistore, con polémica, consiguió pocos minutos después.
Desde el empate al pitazo final, fue más de lo mismo: ninguno se animó a sacar ventaja y se conformaron con el empate que no les sirvió a ninguno.
Newbery, como contra Huracán, se desdibujó y se fue de San Rafael con saldo negativo: derrota, empate y lejos de la punta.
Duelo imperdible en Gutiérrez
Será un partido para alquilar balcones. El encuentro que todos quieren jugar por todo lo que hay sobre la mesa.
Uno, Gutiérrez, con la ilusión de treparse a la cima de la zona y bajar al líder del que todos hablan y elogian.
El otro, Atlético Argentino, con la misión de aguantar los embates de sus perseguidores y con la esperanza de ganar fuera de su cancha y así despegarse de los que tiene abajo.
Por eso será un partido donde ninguno de los dos regalará nada e intentarán ir por los tres puntos, aunque no perder también es un buen negocio.