El papa Francisco calificó hoy, en Día del Trabajador, al desempleo como una "tragedia mundial" y pidió por quienes no lo logran conseguir un trabajo, aseguró durante la tradicional audiencia general.
"Hoy celebramos la memoria de San José Obrero. Que la figura del humilde trabajador de Nazaret nos oriente siempre hacia Cristo", dijo Francisco en la plaza de San Pedro del Vaticano.
En ese marco, solicitó la intercesión del santo para que "apoye el sacrificio de aquellos que obran el bien y que han perdido el trabajo o no logran conseguir uno", publicado la agencia de noticias EFE.
"Recemos especialmente por quienes no tienen un empleo, que es una tragedia mundial de estos tiempos", dijo al término de la audiencia.
Antes de pronunciar su catequesis, como es habitual, el pontífice recorrió en papamóvil la plaza de San Pedro del Vaticano, donde fue aclamado por multitud de fieles y besó a varios niños.