El ejemplo de la Selección de básquetbol

Un ejemplo de constancia y disciplina que deberían imitar y adoptar muchos argentinos en su vida cotidiana.

El ejemplo de la Selección de básquetbol
El ejemplo de la Selección de básquetbol

El éxito del básquetbol nacional en el reciente campeonato Mundial realizado en China fue una clara demostración del trabajo en equipo para alcanzar  grandes objetivos y afianzar un deporte de gran arraigo en la población, que si bien no tiene la popularidad del fútbol es representativo de otra de las pasiones nacionales.

El lector advertirá que hablamos de victoria en el comienzo de esta columna, aunque todos sabemos que nuestra representación fue derrotada por la de España, con una diferencia de 20 puntos en el marcador. Pero, expresamente hacemos mención a la palabra triunfo porque el desempeño del equipo conducido por el entrenador Sergio Hernández tuvo ribetes de conquista al llegar a una final, cuando era vox populi que el haber llegado a las semifinales era ya una consagración. Y en tal sentido resulta indicativo de lo ocurrido en el lejano continente asiático el título empleado por Los Andes, en su tapa del lunes pasado: “Mundial de Básquet: medalla de plata, selección de oro”.

La demostración del quinteto nacional entusiasmó a todos los argentinos y fue un aliciente para atravesar mejor momentos de no pocas rispideces por las dificultades económicas que padecen muchos sectores de la población, especialmente los más carentes de recursos monetarios.

Fue la del conjunto argentino una exhibición de trabajo previo, callado, con seriedad y de tenacidad en el camino hacia la calidad técnica y la constante superación, con exponentes muy altos en Luis Alberto Scola, el único heredero de la famosa Generación Dorada, y de Facundo Campazzo, jugador que algunos no se explican por qué todavía no está jugando en la exigente liga norteamericana de la National Basketball Association, más conocida por su siglas NBA (en español, Asociación Nacional de Baloncesto).

Un buen plantel necesitaba un conductor sensato y dedicado a tiempo completo, y ese papel lo asumió el técnico Sergio “Oveja” Hernández, un trabajador del deporte, que tomó el mando del equipo argentino después del Oro logrado en Atenas 2004 y siempre debió batallar  con tener que equiparar esa gesta. Estuvo ahí en Beijing 2008 con un logro alto: la medalla de bronce. Y luego gestó una renovación de plantel hasta lograr el subcampeonato en Beinjing.

En síntesis, el brillante papel logrado por el seleccionado argentino en el torneo ecuménico de China representa  un homenaje a la constancia, al trabajo serio, al desarrollo de los que más se sacrifican y además tienen talento, y a los hombres que supieron transmitir, preocupándose por los que los van  suceder y a los que ayudaron con una firme determinación para que eso ocurra.

Entonces, bienvenidos los días que pasamos siguiendo los partidos de la selección de básquet. Más allá del resultado final, la experiencia quedará en el recuerdo como paradigma de trabajo en equipo, de afán de superación y exposición de los mejores valores del ser humanos.

Resta esperar que las emocionantes jornadas que se vivieron en la competencia que ganó España, se repitan en los Juegos Olímpicos de Japón, a disputarse entre el 24 de julio y el 9 de agosto de 2020, con la presencia del elenco nacional.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA