Los sucesos en la región sudamericana generaron un proceso de fuga de capitales en forma masiva, como es el caso de Argentina, que se agravó ayer con las críticas del presidente electo Alberto Fernández a Donald Trump.
El caso de Chile es más preocupante porque había experimentado una situación "privilegiada", pero en 15 días su moneda se despreció 25%, mientras que el dólar tocó los 900 pesos chilenos y la tasa de riesgo país superó los 810 puntos básicos (la tasa de Argentina antes de las elecciones).