Economía
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hace 6 horas
El brasileño Olegario Rodríguez fue otro de los protagonistas del trágico accidente de ayer en Las Cuevas, que dejó tres niños muertos y más de 30 lesionados. Él manejaba el colectivo que iba desde Mendoza a Chile, y que terminó rozando al micro que llevaba a la delegación de Colo Colo Lo Boza en un intento por esquivarlo, debido a que éste se había adelantado en la ruta para pasar a un camión.
"Yo iba subiendo en dirección a Chile, iba por la pista de la derecha, cuando cerca de la curva vi que venían unas luces. No pude mirar si eran otros buses o camiones, pero el bus que se accidentó ya estaba casi tumbándose", contó el hombre de 38 años al periódico chileno La Tercera.
El accidente ocurrió cerca de las 3 de la madrugada de este viernes, cuando un micro que venía de Chile y llevaba a un grupo de chicos de una escuela de fútbol a Paraguay rozó a otro de la empresa Andimar -que iba en sentido contrario- y desbarrancó. Afortunadamente, el micro brasileño no trasladaba pasajeros.
"Fue todo muy rápido, venía hacia mí, sólo intenté correrme para evitar el choque frontal", relató Rodríguez, quien aseguró que "la visibilidad era buena, no había lluvia ni nada".
Pese al aparatoso accidente y el saldo fatal que dejó, el colectivo que manejaba el brasileño sólo quedó abollado y le faltaban los vidrios de las ventanillas. Quedó en Uspallata para ser peritado exhaustivamente, al igual que el chileno de Mel Tur, que había volcado con 37 pasajeros a bordo.
El chofer brasileño también detalló cómo fueron los segundos posteriores al siniestro. Aseguró que por la situación en la que se vio inmerso, no pudo bajar del micro a prestar ayuda. "Rápidamente llegaron otros autos a prestar ayuda. Solo escuché gritos de los niños y adultos. Fue una situación terrible", expresó.
Rodríguez nunca tuvo restringida su libertad. Al llegar al hospital de Uspallata le hicieron los análisis toxicológicos correspondientes. "Fui a hacerme la alcoholemia y estaba todo bien. Hace más de 15 días que no consumía alcohol", señaló el brasileño.
Y agregó: “Había parado en Uspallata, para no sobrepasar la carga de horas al volante, había hecho todo bien”, afirmó, agregando que se dirigía a Chile para entregar el vehículo que acababa de ser comprado.
Por el accidente de Las Cuevas, dos nenes de 13 y 16 años y una nena de 10 años perdieron la vida, mientras que 13 personas con lesiones más severas tuvieron que ser trasladadas de urgencia a hospitales del Gran Mendoza.
Quien por estas horas lucha por su vida es un menor de 9 años, Alejandro Pirul Bona, quien está delicado de salud e internado en la terapia intensiva del hospital Notti, según informaron las autoridades del Ministerio de Salud en el último parte médico.
En tanto, la Justicia apunta contra el chofer del micro chileno, identificado como Leonel Quiroga Morales. "A lo largo del viaje, los pasajeros le advirtieron que redujera la velocidad y que condujera con cuidado", dijo ayer el fiscal Carlos Torres. La principal hipótesis de los investigadores es que se adelantó a otro vehículo en una zona prohibida y con exceso de velocidad.
