Paloma Giordano, joven promesa del deporte argentino, tuvo en lo alto del ranking mundial juvenil de esquí acuático cuando tenía tan solo 10 años. La atleta, tras su participación en los Juegos Panamericanos en lima 2019, contó a Infobae dos momentos dramáticos en su carrera deportiva: una lesión mientras desarrollaba una clínica en Estados Unidos; y un abuso por un compañero de equipo cuando ella tenía 15 años.
De su fractura en el fémur se recuperó en tiempo récord, a poco más de un mes ya estaba corriendo nuevamente. Pero el momento más difícil, que la llevó a tratamiento psicológico fue el segundo hecho.
En 2018 ocurrió su peor pesadilla. Fue en un torneo internacional, y lo que hubiera sido el sueño ideal terminó siendo el más desagradable de sus recuerdos. "Sufrí abuso sexual por parte de un integrante del equipo argentino de esquí acuático", le reveló.
"Fue horrible. La pasé muy mal. Estuve muy deprimida, con abogados y psicólogos. Yo tenía 15 años y él me llevaba el doble de edad. En ese momento se lo conté a mi mamá y a una amiga y se generó un caos", continuó Paloma.
Y agregó: "Empezó a la fuerza y no pude hacer nada. Me agarró, me sentó arriba de él y me empezó a bajar la mano… Tuve miedo porque estaba en un viaje con él y después me juzgaron muchísimo. Pasé muy malos momentos".
Giordano no solo que fue abusada sino también sufrió el juicio de sus compañeros de equipo.
Cuando volví estuve con psicólogos. Trabajé con una profesional para no sentirme culpable de lo que había pasado. No quería que nadie se enterara de lo que había pasado, porque pensé que iba a quedar mal con el resto de mis compañeros. Esa persona me hizo creer que si decía algo me iban a odiar. Es muy raro poder explicar lo que viví", afirmó.
Y detalló: "Estaba en el viaje con él. Esta persona me conoce desde que nací, porque éste es un deporte de familia y todos se conocen con todos. Me encontré sola con él y no supe cómo reaccionar. Empezó a la fuerza y no pude hacer nada", reiteró.
El tratamiento con profesionales y la contención familiar fueron factores determinantes para que Paloma descarte la posibilidad de un posible suicidio después de sufrir el violento episodio. "Si hubiese estado sola, habría sido distinto", reconoció la joven de 16 años y aclaró: "Quisiera poder darte detalles, pero todavía no puedo porque hay una investigación en curso".
Paloma, con la contención de su familia acudió a una psicóloga. Pero debió cambiar porque esta se embarazó y la nueva profesional estuvo lejos de ayudarla.
Me decía que yo me creía especial y que seduje a la otra persona. Todo lo que había trabajado hasta ese momento se cayó, porque volví a sentirme responsable", contó.
"Si sentí miedo con personas desconocidas, imaginate cómo me sentí con él, que es alguien que me conoce desde que era chiquita. Ya no me dan fuerzas para confiar en nadie", concluyó.
Paloma es una influencer en Instagram y algunas marcas le ofrecen promocionar sus productos. Con más de 52 mil seguidores y sus seguidores le dan apoyo a seguir adelante dentro de su deporte.