El drama de monja mendocina con coronavirus en España: "No le tengo miedo a la muerte"

Una monja mendocina de 59 años está internada en grave estado el hospital La Paz de Madrid, España, ya que fue diagnosticada con coronavirus, una pandemia que obligó a extremar cuidados de higiene y a reforzar las fronteras por los contagios.

Luego de dejar la Ciudad de Mendoza hace 30 años, la mujer se instaló en España. La trasladó su congregación al norte de ese país, luego al sur, hasta que finalmente se estableció en un colegio de Madrid. La religiosa se enteró hace cuatro días que tenía el covid-19 y su cuadro es complicado.

"Estoy muy inmunodeprimida. Cuando me enteré de que estaba infectada, después de todas las enfermedades que he acarreado, pensé 'pues otra más'. Este es mi ingreso número 11 en dos años y alguno llegó a los 40 días. Luchas y si no sales, mi vida ya está entregada", dijo la mujer al ser entrevistada por el diario ABC. 

Frente al caos en algunas zonas en España, con supermercados repletos y falta de elementos de higiene en farmacias pese a que el gobierno pide calma, la mendocina se muestra animada y confía en su Dios. "Cuando estuve grave en otras ocasiones, pensaba que si me tocaba irme yo ya había dado mi vida, recordaba también las palabras de San Juan de la Cruz: 'A la tarde te examinarán en el amor' y comprendí que me podía ir porque no me llevaba rencor, porque tengo buenos amigos, una buena vida. Y ahora pienso igual; si el Señor me dice que me lleva esta noche, que me lleve. No le tengo miedo a la muerte; como dicen los africanos no es más que un momento más de la vida, ¿por qué la vivimos como un hecho negativo?", reflexionó.

La monja contó que sus hermanas están al tanto del contagio y la internación -"como hizo Jesús en la Resurreción, a las mujeres"-, pero los varones no saben. Aunque quieren trasladarse a Madrid, ella les dice que no.

Actualmente, la mujer de 59 años está tomando mucha medicación pero ya no pregunta cuál: "No me gusta estar todo el tiempo pendiente de las enfermedades". Sobre los médicos que la atienden, sólo manifiesta elogios y bendiciones: "Son auténticos héroes, están haciendo un trabajo enorme y encima sufro al verlos con esos trajes con los que pasan tanto calor".