Graciela Alfano estuvo en La Noche de Mirtha y recordó el abuso que sufrió cuando era una niña. La actriz rompió en llanto y confesó que el episodio había dañado la relación con su madre, quien en aquel momento lo había creído.
"Fui víctima de abuso entre los cuatro y los siete años, por un vecino que vivía pegado a mi casa. Mi mamá le daba la confianza de que me pasara a buscar por el jardín de infantes. Tengo 40 años de terapia hablando del tema. Cuando el adulto lo toca, el niño cree que tiene que ser así, que puede hacerlo, porque no te pone un cuchillo ni nada, sino que va incorporando ese contacto. Tengo recuerdos tremendos del aliento y cosas que no quiero contar", contó.
Además, la vedette contó que cuando le dijo sobre el abuso a su madre, ella no le creyó. Ante esto, buscó la ayuda de padre y posteriormente decidieron irse a vivir a un hotel. "No puedo creer estar hablando de esto, como que estoy flotando en este momento", confesó.
Según contó, el hecho le dejó severas secuelas psicológicas que fue superando después de décadas de terapia. Sin embargo, reconoció que aún le era muy difícil hablar del tema.
"Me psicoanalizo porque te da una sensación de vergüenza muy grande. En este momento no me siento muy cómoda y me sigue dando vergüenza. Me sentí con la columna vertebral de Frida Kahlo durante toda mi vida, y eso que tuve la oportunidad de acceder a distintas terapias. Sentía que estaba rota, que estaba mal, que era una persona fallada, discapacitada totalmente", confió.
Al recodar la relación con su madre, le actriz rompió en llanto y reconoció que tras ese episodio la relación entre ambas había quedado muy dañada. "En el final ella vino a morir a mi casa y en ese momento hice un gran esfuerzo por perdonarla, porque no podía. En el final ella me dijo: 'Perdón por mi ceguera, disculpame'", concluyó.