A una semana de las elecciones primarias, el dólar es la apuesta más elegida por los argentinos. Mientras persisten las dudas acerca de quiénes serán los ganadores en la pelea electoral, el dólar blue escala posiciones y se vuelve a ampliar la brecha con la cotización oficial.
Si bien la incertidumbre por el próximo presidente es el condimento principal de las últimas semanas, la suba de la moneda estadounidense se sustenta en la escasez de divisas, motivada por el déficit fiscal, la merma en las exportaciones y la falta de inversiones.
A lo largo del segundo mandato de Cristina Kirchner y con el cepo cambiario ya instalado, el dólar oficial se encareció 112% y la inflación minorista fue del 149,6%, según el IPC Congreso. En estos cuatro años, el atraso de la divisa favoreció la tendencia a la dolarización. Cuando aún restaban dos días para que finalizara julio, la AFIP ya entregó U$S 621 millones, lo que representó un alza de 200% en la comparación interanual.
Por esta vía salieron U$S 3.082 millones en la primera mitad del año, casi 90% del total demandado en todo 2014. “Nada indica que el drenaje de dólares por esta vía vaya a moderarse en los próximos meses, debido a la incertidumbre generada por el proceso electoral”, sostiene el economista Matías Carugati.
“En lo que va del año, es notable el aumento de la compra de dólar ahorro respecto al año pasado. Si se compara la compra de divisas en el primer semestre de ambos años se aprecia que durante enero-junio de 2015 los agentes económicos compraron un 238% más de moneda extranjera con destino a tenencia que en igual período del 2014”, indicaron desde el Instituto Argentino de Análisis Fiscal.
El constante ascenso no se detiene en los últimos meses pero en julio se aceleró debido al aguinaldo y a la cercanía de las elecciones. Coincidió con un período en el que el dólar informal ganó volatilidad y en el cual en algunas ruedas llegó a los $ 15 y la brecha con al oficial subió al 62%. Muchos ahorristas, ante esta situación de ampliación de la brecha, aprovechan para vender parte de sus dólares en las cuevas de la city porteña.
De nada están sirviendo las subas de tasas para los plazos fijos que instrumentó el titular del Banco Central, Alejandro Vanoli, para que la gente opte por esa inversión y desista de comprar dólares. Es más, generó un efecto que era obvio: la suba de tasas para los créditos.
Tampoco detienen la suba del dólar blue, y no lo harán, las declaraciones de los funcionarios. Tanto Vanoli como el ministro de Economía, Axel Kicillof, salieron a tratar de enfriar el mercado, Vanoli más correcto y Kicillof con su estilo camporista.
El titular del Central indicó que “el Banco Central tiene todos los instrumentos financieros y de supervisión para acotar la volatilidad, para evitar cualquier tipo de maniobra, por lo cual garantizamos absolutamente que los argentinos van a poder votar en paz" y agregó que la suba de tasas ha sido exitosa porque los depósitos en plazo fijo han subido 40% este año.
Kicillof fue más duro y confuso, dijo que “no hay cepo” porque la gente puede comprar dólar ahorro (no todos pueden hacerlo), volvió a negar “que exista atraso cambiario”, que no hace falta devaluar y que quienes hablan de esos temas “joden a la gente”.
Desde finales del año pasado, la brecha entre el oficial y el blue se fue achicando, a medida que el Gobierno abría el grifo para la compra de dólar ahorro y mantenía retrasada la cotización del oficial, lo que, junto a la caída de la actividad económica, ayudó a la desaceleración de la inflación.
Pero en las últimas semanas, la brecha volvió a abrirse, al influjo de las definiciones de las candidaturas y del descenso de las ventas del dólar ahorro, lo que redujo la oferta de divisas en el mercado informal. Y con las elecciones a la vuelta de la esquina, mayor es el apetito por la divisa norteamericana. Así, pasó del 6 al 9% la cantidad de compradores de dólar ahorro que los dejan depositados en el banco, lo que habla del aumento de las expectativas de que la devaluación se profundice tras los comicios
“Los agentes económicos se dolarizan con los procesos electorales, generando movimientos del tipo de cambio antes y después de las elecciones”, explican desde Economía y Regiones (EyR).
Para la consultora, el aumento o disminución de la brecha cambiaria está relacionada con una mayor o menor presión del cepo cambiario y con el cociente entre base monetaria y las reservas. “En las últimas dos elecciones, los 7 meses previos y los 9 meses posteriores fueron los de mayor movimiento en las cotizaciones oficiales y paralelas. Los tipos de cambio se han movido más fuerte y rápidamente en las elecciones más recientes, reflejando un creciente deterioro en los fundamentos macroeconómicos de la Argentina”, indica EyR.
Para explicar las presiones sobre el valor del dólar, la consultora destaca que “cada vez hay mayor déficit fiscal, más emisión monetaria para financiar al Tesoro, más atraso cambiario y, consecuentemente, mayores expectativas de devaluación contenidas”.
Si bien la presión sobre el dólar aumenta en años electorales, esta vez la brecha no llega a niveles tan altos porque el titular del Banco Central,Alejandro Vanoli, buscó sostener el nivel de las reservas.
Desde la visión de Jorge Todesca, “la estabilidad en el mercado cambiario de los últimos meses proviene de una mejora en el nivel de reservas a partir del acuerdo con el Banco de China y el racionamiento de divisas para importaciones y remisión de utilidades, entre otras restricciones”. Solo por la deuda con los importadores, el Gobierno retiene U$S 6.000 millones, mientras que el acuerdo con China le permitió sumar otros U$S 5.000 millones.
La escasez de dólares
Para Management & Fit, “la proximidad del recambio de gobierno y una sobrevaluación cambiaria estimada en torno al 25-30% alimentan la especulación del agro, que en sus distintos eslabones retiene producción a la espera de medidas (devaluación, reformas impositivas) que compensen la baja de los precios internacionales”.
Según el Centro de Exportadores de Cereales, la liquidación de divisas cayó un 20% en el primer semestre respecto a igual período de 2014. Teniendo en cuenta la evolución de precios y cantidades, la liquidación de divisas debería haber caído alrededor de 15%.
Los datos oficiales muestran que hasta ahora se vendió un 50% de la cosecha de soja, cuando para esta altura las ventas usualmente superaban el 60% de la campaña. En paralelo, en mayo se vendieron 200.000 silobolsas, lo que marcó un nuevo récord y da cuenta de la predisposición de los productores a retener la cosecha. De este modo, con un menor ingreso al esperado por vías comerciales, “las necesidades de divisas para sostener la actual política económica deberán ser cubiertas por canales financieros”.
En este sentido, el ministro Axel Kicillof viene realizando una serie de colocaciones de deuda través de las Bonac, que suman $ 36.399 millones en lo que va del año. A esto se agrega una nueva edición del Bonar por U$S 1.415 millones.
La contracara de la escasez de dólares es el excedente de pesos con el que el Banco Central financia las arcas públicas. Según el economista Diego Giacomini, el señoreaje del Central para cubrir al Tesoro subirá 48% y pasará de $ 148.700 millones en 2014 a $ 220.000 millones.
Tamaño nivel de emisión genera una dinámica y una problemática propia. “Los problemas cambiarios se comienzan a solucionar retirando el excedente de pesos”, dice Giacomini. “Si mágicamente entraran dólares sólo sería un parche más, que se terminaría agotando a medida que el Central continuara con su política de emitir de más. Para que el problema se arregle con más dólares, todos los años la economía debería generar un superávit de cuenta corriente equivalente al exceso de oferta de pesos que el Central crea”.
U$S 190.676 millones "en el colchón"
Los argentinos tienen fuera del sistema financiero nacional, en cuentas en el exterior, “en el colchón”, en cajas de seguridad, en acciones, bonos u otros activos U$S 190.676 millones, en su gran mayoría no declarados en el país. La cifra fue estimada por el Indec y corresponde a las tenencias al 31 de diciembre de 2014. Equivale a un poco más de 6 veces las reservas brutas del Central y a un 40% del PBI. Con relación a fines de 2013 -cuando sumaron U$S 183.491 millones-, representa un aumento de U$S 7.185 millones.
El Indec señala que, a fin del año pasado, los “activos externos” totalizaban U$S 271.956 millones. Del total, “el 12% son reservas internacionales del Banco Central (US$ 31.407 millones), el 13% inversiones directas, que incluyen inversiones inmobiliarias en el exterior del sector privado no financiero (otros U$S 36.150 millones) y el resto (U$S 204.399 millones) a otros activos externos, que comprenden la tenencia de moneda extranjera, depósitos en el exterior, créditos por exportaciones, títulos de deuda y acciones de cartera emitidas por no residentes.