El salto que registró el dólar y que lo acercó a los $42 fue apenas una muestra de la hipersensibilidad del mercado frente a la creciente incertidumbre sobre el futuro político de la Argentina. Todos los activos locales afrontaron una jornada negra y los analistas advierten que habrá que acostumbrarse a la volatilidad, por lo menos, hasta las elecciones presidenciales.
Y claro que el frenesí por el billete verde se explica también por las drásticas condiciones de la economía real, con una inflación más alta de la esperada incluso por los privados, y con datos oficiales que siguen dando muestra de lo peor de la crisis: la industrial se desplomó 10,8% en enero y sumó su noveno mes en rojo, y la construcción cayó 15,7 por ciento.
El dólar volvió a funcionar como una suerte de termómetro y con la avanzada en el mercado minorista (donde se define la cotización de referencia para el pequeño ahorrista) se acercó al máximo nivel que tuvo el 28 de octubre pasado ($41,89), poco antes de que el Banco Central ponga en marcha su nueva estrategia para dejar atrás la crisis cambiaria.
Tras los feriados por el Carvanal, la divisa norteamericana ganó 87 centavos y finalizó a $39,76 para la compra y a $41,71 para la venta en las pantallas de las casas de cambio y de los bancos.
La situación fue más compleja en la plaza mayorista, donde se plasman las transacciones entre bancos y grandes empresas. Allí el dólar se incrementó $1,03 y finalizó a $40,48 para la venta.
Atrás quedaron las alentadoras condiciones que el Central afrontó en el inicio del año, cuando el dólar se movía por debajo del extremo inferior de la zona de no intervención y le permitía realizar compras para fortalecer las reservas internacionales (que ayer quedaron en U$S68.015 millones).
Con el último incremento la divisa norteamericana quedó a $1,73 del piso de la banda y comienzan a tomar fuerza las preocupaciones de quienes alertan sobre las distancias de ese esquema que limita el poder de fuego oficial. Los márgenes actuales indican que el Central solamente podrá salir a vender dólares en el mercado cambiario cuando la escalada sea superior al 24% (es decir, hoy el el billete verde debería sobrepasar los $50,19).
En el ínterin, la principal herramienta de la autoridad monetaria que conduce Guido Sandleris es la tasa de interés de las Letras de Liquidez (Leliq). Por ello, el BCRA habilitó una suba de 0,33 puntos básicos en esos rendimientos y llevó el rendimiento promedio al 50,551% anual.
Se adjudicaron Leliq en pesos y a siete días por $200.527 millones y así consiguió una contracción de liquidez $40.527 millones (el stock total de esos títulos ascendió a $898.871 millones).
"La suba de tasas y una mayor absorción (de pesos a través de las Leliq) no logró contener al dólar que subió mucho más que en los países de la región", advirtió el analista financiero Christian Buteler.
En diálogo con este diario, el economista evaluó que “si bien están los dólares que tienen que entrar de la cosecha, más los que el Tesoro tenga que llegar a vender para hacer frente a su déficit, la realidad es que no sabemos la magnitud de la demanda”.
"¿Qué podemos esperar para los días subsiguientes? Creo que la volatilidad con el dólar va a ser el común denominador de acá a las elecciones. Van a ser más los días con sobresaltos que las jornadas tranquilas", vaticinó Buteler.
El analista agregó que el escenario futuro dependerá de “la demanda adicional por las elecciones y de la demanda que pueda llegar a venir de la mano de una crisis cambiaria como la que tuvimos el año pasado, no por los momentos sino por esto de intentar salir del peso a cualquier precio para ir hacia el dólar”.
También continuó y hasta se profundizó la sangría en el sector bursátil. La Bolsa porteña finalizó con una caída de 4,28%, arrastrada principalmente por los desplomes de los papeles de YPF (–8.75%), banco Supervielle (–8.21%) y del Grupo Galicia (–7.41%). Fue la sexta sesión consecutiva en baja para las acciones líderes.
Allí, un elemento adicional que alentó el éxodo para dejar activos argentinos fue el pronóstico de la revista especialidad Forbes, en el que afirmó que "la Argentina está a un paso del colapso económico".
Los títulos de Tenaris esquivaron el derrabe y subieron 1,3%, convirtiéndose nuevamente en un refugio para los inversores más temerosos.
El sacudón se sintió en todos lados: los ADR (acciones de empresas argentinas en Wall Street) afrontaron un derrumbe generalizado con bajas de 7,9% (Banco Supervielle), 7,1% (Grupo Galicia) y 6.9% (Banco Macro), entre otros.
Y el Riesgo País avanzó hasta los 750 puntos básicos frente a otra sesión de bajas en los títulos públicos, con retrocesos de hasta 2,5%, como fue el caso del AA25D.
La industria se desplomó 10,8% en enero y acumuló nueve meses en rojo
La producción industrial continúa en estado crítico: en enero se desplomó 10,8% y acumuló así nueve meses consecutivos en rojo. Aunque el drástico panorama es generalizado, la contracción en algunos sectores fue del 58,8 por ciento.
"En el mes de enero de 2019, el índice serie original del índice de producción industrial manufacturero (IPI manufacturero) registra una caída de 10,8% respecto a igual mes del año anterior", detalló ayer el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). El ranking lo encabeza la caída de la producción de equipos de transporte con un -58,8%.
"La fabricación de maquinaria y equipo registra una caída de 42,8% en enero de 2019 respecto del mismo mes del año anterior. La principal incidencia se registra en la producción de maquinaria agropecuaria y, en segundo lugar, en la producción de aparatos de uso doméstico", detalló el informe oficial.
Agregó que en “la producción de maquinaria agropecuaria registra en enero de 2019 una caída de 90,3% respecto del mismo mes del año anterior, con importantes disminuciones en la fabricación de tractores, cosechadoras, sembradoras e implementos agrícolas, que se vinculan con el incremento de los niveles de stocks frente a la menor demanda observada durante la mayor parte del año pasado”.
La producción de aparatos de uso doméstico "registra una caída de 56,0% en enero de 2019 respecto del mismo mes de 2018. Las principales disminuciones en los niveles de fabricación se observan en los segmentos de heladeras y freezers, cocinas y lavarropas".
“Se observa una disminución de la demanda interna de diversos sectores como la actividad de la construcción, la industria automotriz, la fabricación de electrodomésticos, el sector de maquinarias e implementos agrícolas y el segmento fabricante de envases”, plantearon en las conclusiones del relevamiento oficial.