Atado al destino de los fuertes movimientos en los mercados internacionales frente al recalentamiento de la guerra comercial entre los Estados Unidos y China, la divisa norteamericana volvió saltar con fuerza este lunes en la Argentina y se posicionó sobre los $46 en la antesala de las próximas elecciones primarias.
Desde temprano, las operaciones dejaron en evidencia el rumbo alcista del billete verde: en el mercado minorista abrió a $46,51, con un salto de 63 centavos respecto al viernes pasado. Y hacia el cierre, esa tendencia se consolidó y se tradujo en una ganancia diaria de 80 centavos, con la que la moneda terminó ofreciéndose a $44,42 para la compra y a 46,68 para la venta en casa de cambio y bancos.
En el sector mayorista, la avanzada fue superior (84 centavos respecto al viernes) y el dólar culminó a $45,49. “Ventas oficiales en el segmento de futuros acompañaron la tendencia alcista y se utilizaron para suavizar el ajuste del primer día de la semana”, graficó el operador de cambios Gustavo Quintana.
Los incrementos de este lunes están directamente vinculados con las noticias que llegaron de China. El gigante asiático devaluó el yen, su moneda, como primera respuesta a la decisión del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de aplicar nuevos aranceles a sus productos.
Un yuan más débil significa que los productos chinos denominados en dólares son más baratos, algo que ayudaría a frenar el efecto negativo de los nuevos aranceles estadounidenses sobre su competitividad.
El nuevo capítulo en la guerra comercial provocó otro día para el olvido en los mercados internacionales y los activos de la Argentina volvieron a afrontar el impacto directo.
Cerca del cierre, la bolsa de Comercio de Buenos Aires operaban con bajas generalizadas y una caída de 1,7% en su principal índice, el Merval, mientras que las acciones de las empresas argentinas en Wall Street registraban desplomes de hasta 4,9% (Central Puerto).
Además, el Riesgo País de la Argentina saltó con fuerza (7,2%) y se acercó a la barrera de los 900 puntos básicos frente al éxodo que intensificaron los inversores internacionales para buscar posiciones de refugio.
El indicador que elabora el banco norteamericano JP Morgan, comparando el rendimiento de los bonos emergentes con los del Tesoro de los Estados Unidos, quedó en 892 unidades.