El Gobierno y el FMI acordaron modificar el régimen cambiario de la Argentina y a partir de hoy el Banco Central intervendrá sólo cuando el precio del dólar perfore los 34 pesos o supere los 44 pesos, con un ajuste mensual del 3%.
Con ese nuevo esquema la administración de Mauricio Macri apuesta a que el valor del billete en el mercado financiero no supere los 47 pesos a fin de año. Un nivel muy lejano al precio promedio de 40,10 pesos que el mismo Gobierno plasmó en el Presupuesto de 2019.
El nuevo régimen fue explicado ayer por el flamante presidente del Banco Central, Guido Sandleris, quien reemplazó al renunciante Luis Caputo.
El funcionario aclaró que el Banco Central ya no intentará fijar el precio del billete, siempre y cuando este no se salga de las bandas establecidas.
"Argentina es vulnerable a la volatilidad disruptiva ya que el tipo de cambio juega un rol clave en las expectativas de inflación", dijo.
Y añadió: "Estas bandas deben interpretarse como guías sobre qué puede esperarse del comportamiento del Banco Central en cada zona".
Desde ahora, cuando el Banco Central observe volatilidad, es decir subas o bajas muy fuertes en cortos períodos de tiempo, saldrá a intervenir comprando o vendiendo dólares.
La entidad actuará entonces cuándo el dólar se ubique por debajo de los 34 pesos (lo cual ya es improbable que suceda) o por arriba de los 44 pesos. Esa "banda" de intervención se irá ajustando
en forma diaria a un ritmo del 3% mensual hasta fin de año. Eso significa que a fines de octubre el techo del dólar será de 44 pesos; en noviembre será de 45,32 pesos; y a fines de diciembre, de 46,68 pesos.
Si el valor de la divisa supera los techos previstos, el Banco Central saldrá al mercado para vender hasta 150 millones de dólares.
Con esto aportará liquidez y hará bajar -según dijo Sandleris- el valor hasta el nivel pretendido.