Por Rodolfo Cavagnaro - Especial para Los Andes
En las tres primeras jornadas del año, la cotización de la moneda norteamericana subió 70 centavos y cerró el miércoles a 14 pesos, mostrando una tendencia provocada por los exportadores de cereales, que en las mismas han liquidado menos divisas que los 400 millones diarios que se habían comprometido con el gobierno.
Según los operadores, los exportadores de soja están esperando porque en los niveles de 13,30 las operaciones no les resultaban convenientes, ya que el precio del grano bajó esta semana y les consumió la pequeña ventaja obtenida con la rebaja en las retenciones.
Los mismos exportadores dicen que no pueden exportar porque los productores no les venden y estos aducen que lo que les quieren pagar es mucho menos de lo que pretenden. Este problema se está dando también en trigo, maíz y girasol.
El resto de los exportadores todavía no se ponen en marcha ya que todavía están en proceso de recomponer sus cadenas comerciales, en tanto los importadores se están apurando a comprar dólares dentro de los cupos impuestos aprovechando que la divisa está barata, según su consideración.
En este juego, tanto importadores como exportadores consideran que el valor del dólar está barato, más aún considerando que la moneda estadounidense se ha vuelto a revaluar en los mercados mundiales, generando devaluaciones en otras monedas de la región, como el peso chileno o el real.
Por ahora el Banco Central sigue sin intervenir en el mercado, lo que significa que de alguna manera coincide con la visión de los operadores.
Además, el hecho de que no se produzcan movimientos violentos hace que no intervenga porque nadie está perdiendo la calma.
Durante el primer semestre veremos movimientos oscilantes. Se han comenzado a destrabar una serie de distorsiones que tenían totalmente trabada la economía y todas las variables comienzan a buscar niveles de equilibrio, en un mercado expectante que comienza a moverse muy lentamente.