La sonsera en la que navegan las grandes estrellas del mundo de las estrellas y los altos negocios planetarios no conoce los límites. Hemos sabido de mil y una excentricidad en las vidas cotidianas de estos figurones: desde chupetes de diamantes para los hijos de Angelina Jolie y Brad Pitt hasta pedidos de "necesidades" absurdas en los camarines de actuación, la que gana en estas "ideítas" es Jennifer López.
Pero esta noticia que tenemos ahora es, realmente, una barbaridad que no conoce propósito.
Ayer, en las redes sociales y las noticias de portales sensacionalistas salió el diseñador topísimo Karl Lagerfeld a contar que adora a su gata Choupette, y ahora se despachó con una confesión inesperada.
“Nunca pensé que pudiera enamorarme así de un gato. En realidad, para mí, Choupette es mucho más que eso. Quiero casarme con ella”, exclamó el diseñador. Y, ante la sorpresa de los periodistas, siguió: “Es una bolita de nieve con ligeros toques acaramelados alrededor de sus ojos y orejas. Y tiene una interminable cola”, agregó.
No queremos saber lo que hará el señor con su novia la noche de bodas. Todo muuuuuy retorcidito, ¿no?
