El desayuno de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) fue copado por la presencia nacional y por Alfredo Cornejo. Ahí estaban el gobernador, el jefe de Gabinete Marcos Peña, el ministro de Agroindustria Luis Miguel Etchevehere y el ministro de Producción Francisco Cabrera.
Habitualmente, el desayuno es la tribuna del sector vitivinícola y el discurso de su presidente suele ser el hecho político.
La alocución del presidente de la Coviar, Angel Leotta, no tuvo los conceptos incendiarios que se lanzaron en otra época y eso le quitó dramatismo político a la palabra de la entidad.
Uno de los reclamos más fuertes es la tarifa eléctrica. Cornejo ha recordado varias veces que se incrementará el subsidio para el riego agrícola y ha mencionado las nuevas líneas de crédito del Fondo para la Transformación para financiar el cambio de bombas de agua viejas (que consumen más electricidad) por nuevas, y también una futura línea para instalar paneles solares y sistema de almacenamiento para mejorar el perfil de consumo.
Ante la falta de protagonismo de los anfitriones en la queja, la tribuna vitivinícola fue copada por Cambiemos, para insistir en que "lo peor ya pasó", la idea que esbozó el presidente Mauricio Macri en el discurso de apertura de sesiones ordinarias del Congreso Nacional.
El jefe de Gabinete remarcaba datos reciente de la economía: “Argentina está creciendo hace siete trimestres, el crecimiento más importante de los últimos siete años; salimos del estancamiento y el atraso que nos dejó el gobierno anterior en diciembre de 2015, se han creado más de 200 mil puestos de trabajo. Se ha multiplicado el crédito hipotecario, hay récord de turismo, la obra pública está avanzando con un nivel de inversión como no se veía en las últimos décadas... tuvimos recaudación récord de nuestra historia, doce puntos por encima de la inflación, lo cual demuestra que venimos de un bimestre muy positivo”.
Minicumbre y análisis peronista
"Hay una relación distinta del sector con el Gobierno nacional. Los discursos son muy light, todo bien. En otra época esto era mucho más picante", decía el gobernador peronista salteño Juan Manuel Urtubey, señalando un clima distinto, aunque la realidad de las economías regionales "no ha cambiado mucho. No digo que estemos peor, pero no está mejor" señalaba el mandatario. De alguna manera, Urtubey señaló la notoria ausencia de conflictos.
Terminados los discursos, el PJ tuvo una pequeña minicumbre. Intendentes, legisladores y hasta el ex gobernador Celso Jaque estuvieron reunidos por algo más de una hora con dos gobernadores que llegaron a Mendoza para formar parte de los festejos vendimiales: el sanjuanino Sergio Uñac y el salteño Urtubey.
Estaban Jorge Giménez (San Martín), Roberto Righi (Lavalle), Alejandro Bermejo (Maipú), Martín Aveiro (Tunuyán), el diputado nacional Rubén Miranda, la senadora Patricia Fadel y el senador electo Adolfo Bermejo.
Nada trascendió de la charla que tuvieron. Apenas hubo algunas manifestaciones de ocasión, y sólo quedó claro que el tema fue la realidad del PJ.
“No hay una reunión que pueda cambiar la historia del peronismo. Hay que hablar mucho”, decía Urtubey de la reunión.
"Para pelear con Cristina (Fernández) en el conurbano, el Gobierno se concentra ahí. El centralismo se potencia", dijo Urtubey a Los Andes.
El gobernador de Salta explicó que “los dirigentes del Interior tienen una mirada parecida respecto de cómo ir trabajando”, pero dijo que hay que acercar posiciones entre las partes para construir un proyecto nacional.