El plantel de Independiente entrenó ayer a puertas cerradas y con custodia policial en Villa Domínico, a causa de las amenazas que recibió su entrenador, Ariel Holan, el último jueves por parte de la barrabrava del club.
Tras la denuncia realizada por la Aprevide, el director técnico declaró ante la Justicia y le impusieron custodia permanente a él y su familia.
De acuerdo a las precisiones que brindó el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, Holan fue interceptado en el acceso Sudoeste al salir del mismo predio por tres automóviles y una moto, y los barras le exigieron una importante suma de dinero.
El secretario ejecutivo de la Aprevide, Juan Manuel Lugones, agregó que Pablo “Bebote” Alvarez, líder de la barra del “Rojo”, estuvo al frente del “apriete” e incluso se subió a la camioneta de Holan para amenazarlo.
Por otra parte, en la práctica se realizaron trabajos de preparación física, hubo fútbol en espacio reducido y luego se ejercitaron los movimientos defensivos del equipo, así como la definición.
La buena noticia de la jornada es que el atacante misionero Martín Benítez evoluciona favorablemente luego de haber sufrido un desgarro en el bíceps femoral de su muslo derecho y pudo moverse a la par de sus compañeros en parte del entrenamiento.
Asimismo, el extremo bahiense Francisco Pizzini continúa rehabilitándose tras la ruptura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, mientras que el volante marplatense Walter Erviti se ejercitó de manera diferenciada, afectado por un leve esguince de rodilla.
Independiente se prepara para la serie de cuartos de final de la Sudamericana, en la que se medirá con Nacional de Paraguay.
