El Festival tuvo su día Woody Allen con la presencia del realizador neoyorquino, que llegó hasta esta villa de la Costa Azul para tomar parte de la premiere mundial de su filme "Irrational Man", una cinta en la que Joaquin Phoenix compone a un desahuciado profesor de filosofía que cree que la vida le puede entregar una segunda primavera y donde el autor de "Manhattan" vuelve sobre el tópico del asesinato y sus consecuencias.
Vestido con pantalón de vestir y camisa a cuadros, Allen se presentó a la conferencia de prensa acompañado por las actrices Emma Stone y Paker Posey, y en el encuentro con periodistas de todo el mundo ofreció un segundo show, donde aseguró, entre otras cosas, que sea falso que al volverse viejo se vuelve más serio en sus filmes.
"Yo siempre quise ser un director serio, mis modelos fueron directores serios, sólo que nadie me pagaba por hacer cine serio sino que me pagaban por hacer comedias, que siempre fue algo para lo que tuve habilidad y era lo que quería que hiciera la gente que ponía el dinero", señaló.
Hablando sobre "Irrational Man", Allen dijo que, salvando las distancias "lo que sucede en esta película es algo que nos sucede todo el tiempo en el sentido de que hay determinados momentos en la vida en los que estamos obligados a tomar decisiones".
"Esas decisiones pueden ser correctas y está todo bien o también pueden ser, como en este caso, irracionales, aunque en realidad esto también es relativo porque vivimos tomando decisiones irracionales, por ejemplo adoramos dioses, creemos en la vida eterna, es el modo que tenemos de hacer la vida más llevadera porque en realidad lo que importa no es si una creencia es verdadera o falsa sino si nos sirve para vivir de mejor modo".
Autor de filmes como "Crímenes y pecados", "Dos extraños amantes", "Celebrity", "Hanna y sus hermanas" o "Match Point", Allen aseguró, cuando quisieron que se adentrara en regiones profundas sobre el sentido de la existencia, que hace cine para distraerse.
"No hay una respuesta positiva sobre el sentido de la vida, ni los grandes filósofos ni los psiquiatras supieron responder esto, lo único honesto es tratar de que la vida tenga algún sentido, un impulso positivo", contestó.
"Yo creo que la única posibilidad de vivir es estar distraído y lo que me distrae a mí es hacer cine: resolver qué tienen que hacer los actores en tal escena, ver cómo suena un determinado diálogo; si no hiciera películas estaría todo el tiempo en mi casa preguntándome: 'Ay, Dios, de qué se trata la vida', estaría pensando en qué va a pasar con mi cuerpo cuando me ponga viejo, pensaría en la muerte", repasó.
"En cambio -se explayó- hacer películas es algo con lo que me mantengo ocupado y alejado de esas cuestiones, es cierto que no se trata de una gran institución como el baseball o el básquet, pero sirve para estar ocupado".
En "Irrational Man", Phoenix compone a Abe Lucas, un profesor de filosofía con un cierto prestigio académico y posturas provocativas que castigado por algunos sucesos de su vida afectiva y cierta desilusión profesional naufraga entre la impotencia, la depresión y el alcoholismo cuando llega a una pequeña ciudad para dictar un seminario en una universidad.
En este pequeño pueblo encontrará a una joven estudiante y una profesora de química con un matrimonio devastado en quienes suscita un profundo interés, lo que le permite tomar una determinada decisión ante una encrucijada y esto le da aire para creer que en su vida tiene una segunda oportunidad.