El día que en Perú hablaron de la Lepra

El 26 de agosto de 1976, Independiente Rivadavia derrotó 2 a 0 a la selección peruana, en un amistoso que se disputó en el estadio del Azul.

El día que en Perú hablaron de la Lepra

Como si se tratara de un guiño cómplice del señor Destino, el encuentro se jugó un jueves a las 20.30 en un estadio repleto de público argentino.  Claro que lo que había en juego no se asemeja ni por asomo a lo que la Selección Argentina y Perú se juegan mañana en la mítica Bombonera. Sin embargo, la historia no deja de sorprender. El jueves 26 de agosto de 1976, con goles de Oscar Palavecino y Alberto Hita, Independiente Rivadavia vencía por 2 a 0 a Perú en un Bautista Gargantini colmado.

Perú había sido campeón de la Copa América en 1975 y, en su gira de encuentros preparatorios por Argentina, venía de vencer a River Plate 2 a 1, a Talleres de Córdoba 3 a 1 (en Lima había ganado Talleres 2-1) y también había empatado con Rosario Central 1-1. El seleccionado rojiblanco arribó a Mendoza para jugar contra uno de los equipos más importantes de la región. La Lepra venía de consagrarse campeón de la Liga Mendocina y de clasificarse al Torneo Nacional 1977.

Por segunda vez en la historia, un seleccionado internacional se presentaba a jugar en Mendoza. El anterior había sido Rusia. Los peruanos se preparaban para las eliminatorias del Mundial '78 que se iban a disputar a partir de febrero de 1977 en una zona con Chile y Ecuador. Por eso, llegó a Mendoza con algunos de los futbolistas que dos años más tarde volverían a Mendoza para jugar en el estadio Malvinas Argentinas tres partidos del Mundial 78. Ellos fueron ante Holanda (0-0), Brasil (0-3) y Polonia (0-1).

Perú intentaba renovar el plantel ya que había quedado afuera del Mundial de Alemania 1974 y los azules marchaban punteros del torneo de la Liga Mendocina. El jugador más reconocido del plantel peruano era el defensor Julio Meléndez, quien había desplegado su jerarquía en Boca a fines de los '60 y principios de los '70. También estaba Humberto Horacio Ballesteros, un arquero argentino nacionalizado peruano que había custodiado el arco de River en la época de Amadeo Carrizo. A Oswaldo 'Cachito' Ramírez se lo conocía como el "Pelé peruano".

El partido contó con el auspicio del Círculo de Periodistas Deportivos de Mendoza y la colaboración del club Talleres de Córdoba, entidad que posibilitó la llegada al país del conjunto peruano. El presidente de Independiente Rivadavia era Jorge Nanclares.

Quince periodistas viajaron especialmente desde Perú, no sólo para seguir las alternativas del cotejo amistoso, sino también para visitar las obras que se estaban realizando en el estadio Provincial, una de las sedes del Mundial 78. También viajaron autoridades de la Federación Peruana de Fútbol y el partido fue transmitido por cuatro emisoras radiales de Perú.

El plantel peruano, dirigido por Alejandro Heredia Miranda (luego asistente del DT Marcos Calderón), estaba compuesto por: Humberto Ballesteros, José González Ganosa, Antonio Trigueros, Julio Meléndez, Rubén Díaz, Moisés Palacios, Oscar Cueto, José Velásquez, Alfredo Quesada, José Carranza, Guillermo La Rosa, Juan Carlos Oblitas, Jaime Duarte, Ernesto Neyra, Raúl Parraga, David Zuloaga y Salvador Salguero.  La delegación estuvo presidida por el teniente coronel Rómulo Gargurevich.

Independiente Rivadavia, que era dirigido por Mario Imbelloni (ex jugador de San Lorenzo en los '60) se reforzó con Eduardo Miguel Méndez (Godoy Cruz), Alberto Hita (hubo un trueque con Ferro por Eusebio Ibáñez) y el tucumano Jorge Teijón, un referente del fútbol del interior de la época que esa noche estuvo a prueba. El seleccionado de Perú se alojó en el hotel La Micela y regresaron a su país el viernes a las 16 vía Chile. Un colega del diario El Comercio de Perú afirmaba que se confiaba en este grupo joven, con incipiente trabajo y que no se quería repatriar a figuras como Hugo Sotil, Percy Rojas, Teófilo Cubillas y  Eleazar Soria, entre otros, quienes actuaban en otros países.

El trámite del partido

Según la crónica de Los Andes del viernes 27 de agosto, Independiente comenzó mejor, con mayor anticipación en la marca y con más velocidad en el ataque, usando especialmente su lateral derecho vía Palavecino y Molina. Pero por ese sector del campo de juego había mucho barro y estaba en malas condiciones. La Lepra tuvo mayor peligrosidad en ataque y recién promediando la etapa los peruanos se animaron a atacar.

En Perú sobresalió la figura de Julio Meléndez y en el mediocampo mostró una buena figura, la del volante de Alianza Lima José Velásquez, quien probó el remate de media distancia debido a que los delanteros perdieron siempre ante "Cura" Vergara y Sartirana. El capitán azul fue el mejor de la cancha. Sobre el final de la primera etapa, el Azul generó dos chances de gol por intermedio de Eduardo Velázquez -dos veces- y Gutiérrez.

Perú tuvo su mejor oportunidad a los 38', cuando  el peruano Velásquez se demoró en el remate y le dio la oportunidad a Montilla de contener. Los primeros veinte minutos del complemento tuvieron un leve dominio de Perú. Mario Imbelloni había movido el banco y los cambios que desarticularon el mediocampo local. Bastó que los ingresados se acomodaran en la cancha y la Lepra volvió a tomar las riendas del juego. Eso sí, le faltó claridad para definir. El resultado se abrió a los 35' con una jugada de balón detenido. "Lalo" Bazán ejecutó el tiro libre desde la derecha y Palavecino metió un cabezazo limpio que dejó sin chances al "1" peruano.

El elenco de la banda roja se lanzó en busca del empate, pero la última línea de Independiente lució bien parada y se destacó el trabajo de Vergara, quien a los 28' -con el juego 0-0- había salvado un disparo de Neyra con destino de red y con Montilla vencido.

La Lepra se paró de contragolpe y a los 43' Palavecino perdió una buena oportunidad de liquidar, también lo tuvo Parraga para la visita. Hasta que a los 44', Hita desbordó a su marcador, se metió adentro del área, amagó a tirar el centro (el arquero quedó descolocado) y con un tiro bajo junto a un palo puso el 2-0 definitivo.

Fue un justo y festejado triunfo del entonces campeón mendocino ante un rival de prestigio internacional como es una selección nacional. Por esos días, en Perú se habló de la Lepra mendocina. Histórico e inolvidable. Ahora toca que hablen de Messi y compañía.

Así lo reflejó Los Andes

En su edición del 27 de agosto, nuestro matutino reflejó el “gran triunfo” del campeón mendocino ante un equipo, aún en formación, pero de prestigio internacional.

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