El día en que atraparon a Jack el Destripador en Mendoza

El día en que atraparon a  Jack el Destripador en Mendoza

La identidad del asesino serial más famoso de la historia sigue aún sin resolverse. A lo largo de casi 130 años miles de investigadores han tratado de echar luz sobre este personaje siniestro, pero nadie pudo asegurar aún -a ciencia cierta- quien fue Jack el Destripador.

El escenario macabro fue el distrito londinense de Whitechapel. Allí, para cinco mujeres dedicadas a la prostitución, la muerte se presentó brutalmente. Sus pasos se detuvieron prematuramente, pero siguen en la mira de las nuevas pesquisas que tratan de reconstruir cada escena, generación tras generación.

La madrugada del viernes 31 de agosto de 1888 fue hallada la primera víctima. Poseía cortes en la garganta y parte de su abdomen estaba desgarrado, una serie de heridas diseminadas por el resto del cuerpo completaban el cuadro atroz. Mary Ann Nichols era una mujer de 43 años, separada y con cinco hijos. Según las crónicas fue sepultada días más tarde en presencia de su padre, su conyugue legal, tres de sus hijos y algunos policías. Esa tarde fue gris y lluviosa, todo un símbolo de lo que esperaba a aquella región inglesa.

Pocos días habían transcurrido cuando se halló la segunda víctima, Annie Chapman, sin vida frente al patio trasero de una casa de inquilinato. Dicho espacio era entonces muy utilizado por las prostitutas. Annie era viuda y dejó a dos hijos que terminarían en un circo. Dieciséis días habían pasado de su entierro cuando los cuerpos de otras dos mujeres fueron encontrados: Elizabeth Stride y Catherine Eddowes. Ambas presentaron lesiones similares a las descriptas. Se conoce a esa noche como la del "doble evento".

Mary Jane Kelly fue la última víctima de Jack el Destripador y -con 25 años- también la más joven.  Como tantas, había decidido retirarse del mundo de la prostitución por el temor que generaron los recientes crímenes. Pero cuando todo pareció volver a la normalidad retomó sus actividades. El cuerpo de esta irlandesa pelirroja y de ojos azules fue descubierto en su propia cama, totalmente destrozado. Las fotos de la policía dan muestra de una monstruosidad pocas veces vista.

Los crímenes del Destripador sacudieron al mundo y se vieron reflejados en los periódicos de todo Occidente, diario Los Andes no fue la excepción. En octubre de 1888 comenzó a dar detalles al respecto bajo el título  "La tragedia de Whitechapel". En uno de los párrafos de esta primera crónica leemos: "El audaz degollador de infelices mujeres, quienes recién muertas arranca las entrañas, sigue en tanto siendo inasible y continúa perpetrando en la sombra las mutilaciones honradas, según participa el telégrafo. Después del caso de la Chapman (la otra mujer asesinada), han ocurrido dos más".

José María Rosa señala que poco después, en Mendoza, fue aprendido un inglés de apellido Edelman. Aunque este hombre estafaba a los ciudadanos -vendiendo en las plazas de la ciudad supuestas pócimas para combatir enfermedades venéreas-, el motivo de su detención fue otro: se lo acusó de ser Jack el Destripador.

Ante semejante situación, el gobierno británico elevó duras quejas. Sin embargo se demostró que la policía mendocina había actuado así por petición de la inglesa y se retiraron los reclamos. Evidentemente, Edelman no era el macabramente famoso Jack y los vecinos de Mendoza pudieron volver a dormir su siesta con la tranquilidad de siempre.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA