El día de la Independencia 2: otro apocalipsis alienígena

Veinte años después de la explosión de taquilla de la primera parte, casi el mismo elenco que luchó contra los extraterrestes vuelve a la pantalla grande con una recarga de desbordantes efectos especiales.

El día de la Independencia 2: otro apocalipsis alienígena

Tal como sucedió el año pasado en la exitosa "Mundo Jurásico", estamos navegando una temporada de reinicios de grandes éxitos de la década de los 90.

La chatarra dejada por las naves de guerra de los alienígenas despedazadas por todo el mundo un 4 de julio, se convierten en objeto de estudio de los gobiernos ante la sospecha que sólo será cuestión de tiempo para que regresen sus dueños, unos auténticos depredadores de las galaxias.

Con un programa de defensa en progreso,  una enorme nave se acerca, teniendo como protagonista de esta nueva historia a casi los mismos actores principales y el mismo director,  Roland Emmerich, que en 1996 y sólo en Estados Unidos, recaudó con  la primera parte 300 millones de dólares.

Esta secuela nos devuelve a la pantalla a los personajes de Jeff Goldblum y Bill Pullman como los líderes de la logística aunque se incluye el reemplazo en el rol de piloto de avión arrogante del alicaído Will Smith por el ascendente Liam Hemsworth.

En la puesta, se reiteran las espectaculares destrucciones de las ciudades y monumentos arquitectónicos, como las torres Petronas de Malasia o el London Bridge, e incluso se autoplagian el salvamento de un perro (un golden retriever por un terrier, en el último segundo, antes de que una ola de fuego lo incinere), así como la euforia exagerada de aquellos ciudadanos de medio pelo convertidos en superhéroes espontáneos, muy fiel al estilo triunfalista de la filmografía de Emmerich.

Acá los veinte años se notan, más cuando advertimos que dos caracteres secundarios conforman una pareja gay y están dispuestos a sacrificarse por su país y por otro lado, notamos que hay una mujer en el trono presidencial, un reflejo progresista al estilo Hillary Clinton que interpreta Sela Ward.

En este presente, en que supuestamente se han terminado las guerras, una nave alienígena que atraviesa la estratosfera provoca el inicio de un plan de defensa dirigido por David Levinson (Jeff Goldblum), quien le aconseja a la presidenta que no destruya al recién llegado porque, como se verá más adelante, se sabe que hay un tercer grupo de extraterrestres que están orbitando la Tierra.

Y todo apunta a que la estación de la luna podría tomar un lugar clave en la nueva invasión, mientras que al ex-presidente Whitmore (Bill Pullman)  lo torturan unos escalofriantes sueños premonitorios y un grupo de ciudadanos en África Central investigan una de las naves estrelladas  llena de advertencias ocultas.

Sin embargo, aquella monstruosa nave nodriza de cerca de 5 mil kilómetros de diámetro y que abarca todo el océano Atlántico, vuela sobre los países destruyéndolo todo.

Como era de esperarse "El Día de la Independencia 2" está repleta de aniquilación y escenas de acción vertiginosas que se alternan con un estirado reparto de actores del pasado y nuevos,  por lo que nadie humano sobresale por falta de tiempo.

Eso sí, hay diversión, aunque en ráfagas, en la que los amantes de las destrucciones masivas estarán eufóricos aunque el efecto acumulativo despierta la sensación de estar viendo todo el tiempo un trailer esquizofrénico de dos horas.

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