Los desafíos de la gestión provincial y la mirada del gobernador sobre el proceso nacional que encabeza el presidente Mauricio Macri, fueron los ejes centrales de la cena de protocolo con la que Alfredo Cornejo homenajeó al premio Nobel de Literatura en 2010, Mario Vargas Llosa, de visita por Mendoza.
El escritor peruano llegó acompañado de su hijo Álvaro (también ensayista y periodista) y de colaboradores de la Fundación Libertad, entre ellos el mendocino (y ex funcionario de Celso Jaque) Daniel Pereyra.
En la cena que se concretó en la casa que la familia Pescarmona donó para la futura residencia del gobernador en La Puntilla, en Luján, Cornejo estuvo acompañado por su esposa, Lucía Panocchia; el director general de Escuelas, Jaime Correas; los legisladores provinciales del oficialismo: Juan Carlos Jaliff y César Biffi, así como del encuestador estrella del Gobierno, Elbio Rodríguez.
Pese a lo que podría preverse, la cita rodó más por la senda de la política que de la literatura, una veta que no es ajena a Vargas Llosa, quien fue candidato a presidente del Perú en 1990.
La charla tuvo un apartado sobre la amenaza populista en la región, pero también en EEUU con Trump. Y una triste visión sobre el presente del Perú.
Los visitantes se mostraron intrigados por la evolución de los indicadores económicos que confirman la mejora de la situación fiscal de Mendoza -a diferencia de otras provincias- y se puso énfasis en la obtención este año de "superávit primario", producto del ordenamiento de las cuentas públicas, así como en términos concretos de reducción de su planta de personal.
En paralelo, visitantes y locales intercambiaron opiniones sobre la marcha del gobierno nacional, la difícil batalla contra la inflación y el déficit fiscal así como el error o el acierto de la receta gradualista; en especial, en la evolución de las tarifas de los servicios públicos, uno de los ítems en los que Cornejo ha salido recientemente a diferenciarse de la Nación.
Por otra parte, tanto Vargas Llosa padre como el hijo, inquirieron a Cornejo en su rol de presidente nacional de la UCR y sobre el esquema de poder al interior del frente Cambiemos. En ese sentido, Cornejo ratificó el acuerdo político nacional pero reiteró (una vez más) su deseo de más diálogo y coordinación, como corresponde a una coalición de gobierno.
Para algunos analistas extranjeros, el gobierno de Macri puede sufrir embates externos del peronismo si no logra domar las variables económicas, y también internos, de sus propios socios, si prevalece la lógica endogámica que el Pro ha exhibido hasta hoy. En los dos escenarios, pero especialmente en el segundo, entienden que el rol de Cornejo puede ser clave.
Un ítem for export
En otro tramo de la noche, los funcionarios locales ilustraron a sus comensales sobre algunas batallas libradas en el sector público mendocino en busca de mayor eficiencia en la prestación de servicios esenciales como fue el polémico ítem aula, que por estos días en el Ejecutivo se ilusionan con un fallo de la Suprema Corte que ratifique su constitucionalidad. Pero también de la reciente disputa con el activismo ambientalista por los supuestos inconvenientes que supone la práctica del fracking en la explotación de hidrocarburos, desnudados por la controversia que generó un audio viralizado por Whatsapp y que puso en guardia al Gobierno días atrás.
Más tarde, la charla viró hacia la amenaza populista en la región, pero también en países centrales como Estados Unidos con Donald Trump. Vargas Llosa se mostró entusiasmado por el liderazgo del presidente Macri, pero también de Sebastián Piñera en Chile como contrapeso del chavista Nicolás Maduro en Venezuela. Pero también del proceso electoral en ciernes en Colombia.
Al escritor -fanático del fútbol e hincha de Universitario de Perú, de Boca y del Real Madrid- le regalaron una camiseta de Godoy Cruz.
Tuvo también un párrafo aparte para su triste visión del presente de su país, tras la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski, y de los tropiezos institucionales de Brasil, del poderío de su Poder Judicial que busca imitar el "mani pulite" italiano y de la espiral de denuncias de corrupción que aquejan al otrora líder indiscutido, Lula Da Silva.
Más distendido, a la hora del postre y el café, Vargas Llosa habló de fútbol, de su amor por Universitario de Lima, pero también de su simpatía por Boca en Argentina y el Real Madrid en España.
Luego de poco más de 2 horas de charla amena y por momentos analítica y apasionada, los visitantes recibieron algunos presentes de mano del gobernador. Entre otros, botellas del siempre elogiado vino mendocino (incluso durante la cena) y una camiseta de Godoy Cruz.
Tras las fotos hubo intercambio de regalos y presentes. Entre otros, una obra de la artista local Zuly Bazán y una botella de El Enemigo del enólogo Alejandro Vigil. Tras la firma de libros de rigor, uno de ellos especialmente dedicado para Cornejo, la comitiva agradeció la recepción y se marchó.
De igual a igual, el Premio Nobel y el gobernador intercambiaron más impresiones que sentencias y quedaron en reencontrarse en un futuro plagado de desafíos políticos y económicos en Argentina y la región, que tienen a Vargas Llosa como observador global, feroz crítico del populismo, y a Cornejo como un incipiente protagonista nacional que ha demostrado que no hay desafío que por imposible no lo movilice a su concreción.