El detrás de escena de la detención del ex ministro

Cuando la Gendarmería lo buscaba en su departamento, De Vido se entregó en Tribunales. Se desplegó un gran operativo para evitar fotos.

El detrás de escena de la detención del ex ministro
El detrás de escena de la detención del ex ministro

Se buscó evitar todo el tiempo su foto con esposas, chaleco antibala y casco. A las 19 Julio, De Vido fue trasladado al Hospital Penitenciario de Ezeiza, donde quedó detenido, tras negarse a declarar frente al juez Luis Rodríguez que lo investiga por malversación de fondos.

El operativo de seguridad buscó distraer a la prensa: mientras otra persona, un "falso De Vido", salía protegida con los escudos del Servicio Penitenciario Federal, el ex ministro se retiró en una camioneta de las fuerzas con los vidrios tapados con hojas blancas.

Tras su desafuero, y durante varios minutos, se dudó sobre dónde se encontraba el ex ministro. Más de 30 gendarmes llegaron a su departamento de avenida Libertador al 2200. Allí no estaba.

En Comodoro Py un llamado telefónico disipó las dudas: su abogado Maximiliano Rusconi avisó que el ex diputado se iba a presentar en los juzgados de los magistrados que ordenaron su detención; Rodríguez y Claudio Bonadío (que lo procesó, embargó y dictó prisión preventiva en la causa de irregularidades en la compra de gas licuado).

Después de perder los fueros pasadas las 14, el ministro más poderoso del kirchnerismo se entregó a la Justicia. Llegó en un Fluence Azul a los tribunales de Retiro y, para ese entonces, todo el dispositivo de seguridad estaba desplegado. Su detención se oficializó en el juzgado de Rodríguez.

Contra Macri y Bullrich

En el cuarto piso, ya blindado antes de su llegada, acompañado por sus abogados Maximiliano Rusconi y Gabriel Palmeiro, al ex funcionario K se le leyó frente al juez Rodríguez y al fiscal Carlos Stornelli toda la imputación de la causa por malversación de fondos por 26 mil millones de pesos y un desvío de 265 millones de pesos.

Durante la indagatoria se mostró tranquilo y sereno. En ningún momento se dirigió en tono hostil al juez que pidió su desafuero y detención el 16 de octubre.

Cuando fue consultado sobre si iba a declarar o responder preguntas se negó, pese a que el lunes había solicitado declarar de manera espontánea y presentó un escrito de 61 páginas que fue lo que ratificó delante del juez; desconoció las acusaciones. Sin embargo, pidió hacer una breve exposición.

“Todos sabían que no estaba en mi casa”, indicó De Vido y en ese momento se quejó del dispositivo de las fuerzas federales afuera de su departamento de la calle Libertador.

Así, se refirió a los “escraches ordenados por la ministra (Patricia) Bullrich por orden del presidente Mauricio Macri”, según pudo reconstruirse con fuentes judiciales.

En este mismo sentido, De Vido desligó de toda responsabilidad “a las fuerzas de seguridad” y consignó que “no es la Gendarmería, son las órdenes que les mandaron a hacer”.

El ex ministro planteó ante el juez Rodríguez que es insulino dependiente y por tal motivo se decidió que pase los primeros dos días de detención en el hospital penitenciario de Ezeiza, ya que se le realizarán diversos estudios para determinar su estado de salud y "evaluar su derivación a donde corresponda”.

Cuando la indagatoria finalizó, al ex ministro había que trasladarlo a la planta baja, donde se encuentra la Unidad 29, la Alcaidía de Tribunales.

El dispositivo de “distracción” se puso en marcha. La decisión de la defensa junto con el dispositivo de seguridad del edificio fue hacerlo descender tres pisos por ascensor y uno por escaleras y así evitar que fuera fotografiado por la prensa. Al vidrio que separaba a De Vido de la prensa, lo fueron tapando para evitar las filmaciones y fotografías, una vez más.

Allí, después de los trámites de rigor para hacer su ingreso formal al Servicio Penitenciario Federal, el operativo de seguridad para eludir a los medios no cesó. Cuarenta minutos después, los cordones de la Policía Federal y los móviles del Servicio Penitenciario estaban dispuestos para la salida del detenido, a quien nunca se logró verlo.

“No somos improvisados. Querían la foto y no la van a tener”, dijeron desde el entorno del diputado del FpV.

Rodeado por escudos de los agentes del Servicio Penitenciario Federal (SPF), a las 19 sacaron de la alcaidía al “falso De Vido”, mientras el ex ministro más poderoso de los Kirchner se retiró en una camioneta del SPF con los vidrios tapados con hojas blancas.

Rusconi, su abogado defensor, al finalizar la indagatoria calificó como un “caso paradigmático de violación del estado de derecho” el desafuero y posterior detención del ex funcionario, a quien consideró como víctima de “una decisión política”.

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