¿Benjamín Vicuña en el Aeropuerto de Mendoza? Era la pregunta que se desató el martes pasado, cuando comenzaron a circular los rumores que el actor chileno se encontraba en nuestra provincia. Y no era por motivos personales; si no que el actor viajó junto a quince personas de la producción de “El Hilo Rojo”, película que está rodando y protagoniza junto a Eugenia China Suárez.
Pero su participación en el filme de la cineasta Daniela Goggi no es ninguna novedad. Entre medio de la escandalosa separación de su ex pareja, Pampita Ardohain, Vicuña no descuida el rodaje, que por ahora lo tiene alejado de la pantalla chica.
Y precisamente en este contexto, fue que surgió un posible romance entre el actor chileno y la joven actriz, hasta la confirmación de la propia modelo, quien encontró a ambos en una situación embarazosa en el motorhome del rodaje y acrecentaron los rumores de las reiteradas infidelidades de Vicuña a Pampita.
Mientras los portales de chimentos y las revistas siguen atentos a las noticias sobre su vida privada, el actor tuvo una jornada intensa de rodaje el martes pasado en nuestra provincia, cuyo epicentro fue el Aeropuerto Internacional El Plumerillo y el emprendimiento turístico Rosell Boher Lodge, ubicado en Agrelo, de Luján de Cuyo.
Las locaciones forman parte de varias escenas de la película, que tiene como fecha de estreno el 19 de mayo del año que viene.
Se necesitan extras
Los días previos al rodaje, comenzó a circular la convocatoria para actores y actrices mendocinas, que quisieran participar del casting para una película argentina. La productora local El Generador, fue la encargada de buscar a los artistas, que participaron en el filme dirigido por Daniela Goggi.
Dos azafatas, un personal de limpieza, un policía de aeropuerto y quince turistas eran los extras, que necesitaba la producción. La escena, consistía en una típica situación de espera en un aeropuerto internacional, que según el relato de la película sucedía en Chile, solo que se filmó en Mendoza.
“La convocatoria surgió por medio de El Generador, productora con la que trabajé anteriormente y a su vez me pidieron que extendiera la propuesta a mis alumnos del taller de teatro. Y a los días siguientes nos confirmaron la participación”, apunta el actor mendocino Federico Ortega Oliveras, quien interpretó a un pasajero y compartió una horas en el set junto al actor chileno.
“La escena era muy simple, es una situación de espera de un vuelo, cuando sube las escaleras para arribar. Solo que como típico aeropuerto se necesita disimular el movimiento de gente. Entre los extras éramos muchos. La verdad el contacto con él fue muy poco, algunos se acercaron a sacarse una foto. Pero siempre se mostró muy simpático y atento al trabajo. La directora con nosotros, por ejemplo no habló nunca y él fue la atracción para la gente en general”.
El ambiente laboral fue amable y el trato con la producción de los más natural. Claro que los chistes en relación a su reciente separación se percibieron en el set. “En el momento de la filmación había un helicóptero sobrevolando la zona y muchos decían: “Es Pampita que está vigilando”.
Pero siempre con buena onda, no con el fin de hacer sentir mal a nadie, ni burlarse de mala fe. Son algunas de las anécdotas que surgen”, apunta Oliveras sobre el clima de trabajo que se generó en la jornada del martes.
Entre los 22 extras que quedaron seleccionados en la convocatoria, la actriz mendocina Flavia Reta, Pablo Cazorla, Sofía Silva, Carina Piazza y Daniel Boromei fueron parte de las escenas en el aeropuerto El Plumerillo.
“De todo el elenco que trabajamos con Federico, solo quedamos Pablo y yo. Había de todo, desde chicos jóvenes hasta señoras adultas. Hubo dos escenas, la de la escalera cuando subís a tomar un vuelo y la de la espera del embarque, que esa fue la más larga y la repetimos cuatro veces”, apunta Daniel Boromei quien tuvo su primera experiencia en cine, luego de tres años de trabajar en el teatro independiente.
“Lo llamativo es que justo el martes, cancelaron varios vuelos y había mucha gente en el aeropuerto, por lo que la entrada de Vicuña se dificultó un poco. También interpreté a un turista que transitaba por el aeropuerto. La producción nos trató muy bien, al igual que el actor que fue muy simpático. De hecho a pedido de mi hija, me saqué una foto en su descanso”.
Vicuña y Suárez: ¿amor real o de ficción?
Benjamín Vicuña, Eugenia China Suárez y Guillermina Valdés, son los protagonistas de “El Hilo Rojo”, película escrita por Mili Roque Pitt, Alejandro Montiel y Daniela Goggi, quien a su vez la dirige y tiene previsto estrenarla el 19 de mayo próximo.
El filme que comenzó a rodarse el mes pasado en Buenos Aires, es un drama romántico basado en la leyenda china del hilo rojo y la creencia en la fuerza del destino. Aquí Manuel (Benjamín Vicuña) y Abril una azafata de avión (China Suárez), son dos personas que se conocen en un viaje y con el paso del tiempo, vuelven a encontrarse.
En ese primer encuentro, ambos se enamoran, pero por fuerza del destino no pueden estar juntos. Luego de varios años, vuelven a cruzarse, pero su presente es diferente; cada uno formó su familia y están casados. Laura (Guillermina Valdés) esposa de Manuel y Bruno (Hugo Silva) marido de Abril, serán parte del ineludible engaño, por la fuerza del destino y ese hilo rojo invisible, que conecta a las personas destinadas a encontrarse.
Al margen de la apuesta de Goggi en llevar a la pantalla grande este drama romántico, el rodaje de la película se transformó en escándalo, tras las declaraciones de Pampita Ardohain, quien aseguró que encontró a su ex esposo y la actriz, infraganti en el medio del rodaje.
Así el escándalo continúo con acusaciones cruzadas, entre la modelo y la China Suárez, que derivó en la ruptura entre Benjamín Vicuña y Pampita, tras diez años de pareja y reiterados rumores de infidelidad.
Actualmente, la modelo vive junto a sus tres hijos (Bautista, Beltrán y Benicio), en la casa de Belgrado; mientras que el actor hace dos meses se mudó a un departamento en Barrio Parque y esta semana recogió sus últimas pertenencias del hogar, sin ingresar a la vivienda, como muestra de la tensa relación que ambos mantienen.