El estudiante detenido ayer por vender cargas de Red Bus a mitad de precio fue descubierto por efectivos de Delitos Económicos a través de Facebook.
"Utilizamos la misma red social con la cual el joven contactaba a la gente", explicó un alta fuente ligada a la investigación.
Por lo pronto, el joven estudiante universitario que no cursa una carrera ligada a la computación, no sería el creador de la aplicación ilegal conocida como "Bus Cracker", sino sólo alguien que había montado un "kiosquito tecnológico" para ganar -ilegalmente- unos pesos.
La semana pasada, la empresa Red Bus detectó un cúmulo de cargas que presentaban algún tipo de anomalía por lo que decidieron hacer una denuncia en la Fiscalía de Delitos Económicos y Cibernéticos.
Según la fuente consultada, el joven detenido ayer en su casa del barrio Bombal de Ciudad, tenía en su poder dos teléfonos celulares con tecnología NFC (comunicación inalámbrica de corto alcance) lo que le permitía, a través de la App "Bus Cracker", cargar tarjetas de Red Bus.
"El detenido contactaba por Facebook a personas, les ofrecía cargas de 100 pesos pagando sólo 50 y los citaba en un lugar", explicaron.
En principio, explicaron que para hacer la carga de 100 pesos, la tarjeta debía estar sin saldo porque sino el saldo se anulaba automáticamente.
Así el viajero podía utilizar la tarjeta y hacer uso de su carga "trucha" sólo hasta que la maquina instalada en el colectivo era chequeada y se comprobaba el uso de una carga ilegal. En ese momento, la tarjeta era anulada.
Como el joven detenido "es de una familia bien", estudia una carrera universitaria no relacionada con la tecnología y no tiene antecedentes, es poco probable que se trate del "hacker" que inventó la App que revolucionó a los usuarios de colectivos. El joven sólo cargaba tarjetas de forma ilegal y no habría indicios que hubiera vendido o transferido la aplicación a otros usuarios de colectivos.
Por lo menos eso creen los investigadores que ahora analizarán una computadora, una notebook y una tablet secuestradas en la casa del joven detenido. También se analizarán los dos teléfonos secuestrados para ver si surge información que pueda esclarecer el caso.
Mañana, el fiscal Hernán Ríos podría imputar al joven por fraude a la administración pública en modalidad de estafa, que tiene penas de 2 a 6 años con posibilidades de excarcelación.