El fiscal Juan Manuel Bancalari logró zafar de una de las dos denuncias que lo ponían bajo la lupa del Jury de Enjuiciamiento. La otra aún está viva y su definición fue postergada hasta el 10 de noviembre.
De esta forma el destino de Bancalari se hermana con el de otro fiscal también caído en desgracia y a quien remplazó, Daniel Carniello, sobre quien también pesa una denuncia ante el Jury de Enjuiciamiento y cuya definición también fue postergada.
La diferencia es que la cita será el 3 de noviembre, una semana antes que Bancalari.
Éste tenía dos denuncias que iban a ser analizadas por el Jury; ayer volvió a ser denunciado a primera hora de la mañana. Esa denuncia también fue rechazada por el tribunal (ver aparte). Es decir, en total el Jury debatió tres presentaciones contra Bancalari y sólo una sigue en pie.
Los destinos paralelos de los fiscales Bancalari y Carniello son llamativos. Cada uno está ubicado de un lado de la grieta que viene agitando al Poder Judicial desde la asunción de Alfredo Cornejo.
No es que antes no existiera, porque los bandos son viejos conocidos de los pasillos tribunalicios. Los garantistas y los “mano dura” se les dice, aunque el calificativo no es del todo exacto en ambos casos.
Bancalari es considerado como parte de los “mano dura” y Carniello revista en los “garantistas” (se insiste en la inexactitud de ambos calificativos); el primero fue adoptado por el radicalismo, el segundo es considerado propio por el peronismo.
El Jury es un tribunal político, no condena a prisión sino que destituye magistrados. Está conformado por los siete miembros de la Suprema Corte, siete diputados y siete senadores. Entre los legisladores hay radicales y peronistas. Así están dadas todas las condiciones para que sea el escenario de una pelea que parece exceder la mera evaluación de la tarea de ambos magistrados.
Ayer Bancalari enfrentaba dos denuncias de dos abogados del foro local. Uno de esos letrados es Carlos Castillo, quien había denunciado al fiscal de no haberse inhibido de participar en un puñado de causas en las que las defensoras eran la hermana y la sobrina del magistrado, ambas defensoras oficiales.
El Jury entendió que al fiscal le cayeron las causas antes de que se nombraran defensoras oficiales, sin contar la cantidad de causas en las que interviene, por lo que resultaría imposible que supiera que las defensoras eran sus parientes.
La segunda denuncia fue presentada por otro abogado, Carlos Moyano, y se refiere a una causa por estafas. Hubo un local alquilado, supuestamente hubo un contrato de compra-venta de un departamento propiedad de los locatarios que fue puesto en garantía y un depósito de 20 mil dólares. Al finalizar el contrato, el dueño del local reclamó el inmueble y los 20 mil dólares no fueron devueltos.
Idas y vueltas judiciales pusieron la causa penal por estafa procesal en manos de Bancalari. En el expediente aparecían mencionados dos amigos del fiscal. Según el denunciante Moyano, Bancalari se apresuró en pedir el sobreseimiento de un imputado y para eso adulteró el expediente judicial. Moyano denunció a Bancalari ante el Jury y la justicia penal.
Ayer estaban cinco de los siete supremos (Pedro Llorente, Omar Palermo, Alejandro Pérez Hualde, Mario Adaro, Jorge Nanclares) y dos camaristas civiles remplazando a Julio Gómez y el renunciante Herman Salvini (Alejandra Orbelli y Marina Isuani). Por la UCR estaban los diputados Emiliano Campos, Jorge Albarracín, Beatriz Varela y Jorge López, y los senadores Juan Carlos Jaliff, Miguel Bondino, Jorge Palero y Marcelo Rubio. Por el peronismo estaban los diputados Omar Parisi, José Muñoz y Lucas Ilardo y los senadores Patricia Fadel, Ángel Brancato y Ana Sevilla.
El Jury decidió en votación dividida (12 a 9) esperar si había avances en la causa penal que investiga la unidad fiscal de Capital. Votaron los peronistas y seis de los representantes judiciales; los radicales y el presidente de la Suprema Corte, Llorente, votaron por el archivo.
Antes, a Carniello le sucedió lo mismo. Desde marzo venía zafando de denuncias ante el Jury; el 1 de setiembre el tribunal decidió que la tercera denuncia tenía un capítulo en la justicia penal, por lo que resultaba conveniente esperar hasta noviembre si había algún avance.
El camino que sigue la Justicia
A primera hora de ayer el abogado Carlos Moyano presentó una ampliación de denuncia ante el Jury de Enjuiciamiento e hizo otra presentación por falsedad ideológica en la Justicia penal; el blanco de sus nuevas denuncias es, otra vez, el fiscal Juan Manuel Bancalari.
La ampliación fue desestimada por el Jury de plano. La otra quedó radicada en la Unidad Fiscal de Capital.
Es obvia la ira del abogado Moyano contra el fiscal. En su defensa no faltan quienes señalen el hecho de que está a punto de perder cerca de dos millones de pesos, entre el departamento que se reclama y los 20 mil dólares del depósito.
En la nueva denuncia penal, Moyano dice que el fiscal presentó un escrito para responder a la primera denuncia penal; en ese escrito habría material que justificaría otra denuncia.
El conflicto radica en la condición de un testigo de la causa inicial, que sería amigo de Bancalari, y también en la prescripción o no del delito que denunció.