La familia de Daiana Garnica, la adolescente de 17 años de cuya desaparición hoy se cumple una semana en Tucumán, pidió al único detenido en el caso "que hable" y que "diga que hizo" con la menor de edad a la que invitó a acompañarlo a realizar compras.
"Los días pasan y estamos desesperados", dijo anoche Susana Cisneros, madre de la adolescente, ante la falta de datos sobre el paradero de su hija.
Daiana Abigail Garnica dejó su casa en la localidad de Alderetes el sábado pasado por la tarde tres recibir un llamado de un vecino, Darío Suárez, de 40 años, quien le pidió que la acompañara a comprar un aire acondicionado que supuestamente sería una sorpresa para su esposa.
Desde la noche del sábado, cuando los padres de Garnica vieron a su vecino de regreso y sin su hija comenzaron a alimentar las dudas sobre la actitud del hombre hasta que denunciaron la desaparición a la justicia que arrestó a Suárez el lunes.
En ese marco, los familiares participaron ayer de una marcha para pedir el esclarecimiento del caso que recorrió el centro de la capital tucumana, especialmente en la zona entre los Tribunales y la Casa de Gobierno.
Cisneros reclamó entonces a Suárez "que diga qué hizo con mi hija; sólo le pido que hable".
"Él tiene que ver con la desaparición; no sé si le hizo algo o la entregó a otra persona", aclaró la mujer.
En ese sentido, señaló que Suárez era una persona "de muchísima confianza. Nunca en mi vida pensé que podía pasar esto".
La municipalidad de Alderetes ofreció la semana pasada una recompensa por datos certeros sobre el paradero de la joven y la justicia realizó varios operativos, incluso en hornos de ladrillos donde trabajaba el acusado.
"Soy cristiana y no le tengo rencor ni odio, pero él conoce la justicia divina. Le pediría que diga qué hizo con mi hija, que me la devuelva y para mí está todo perdonado; sólo le pido que hable. El que lo va a juzgar es el Altísimo de arriba", dijo ante consultas de la prensa tucumana tras la movilización.