En las últimas décadas hemos sido testigos de sustanciales modificaciones en el régimen laboral argentino y en el sistema jubilatorio, y desde 2008, tras reestatizarse, sigue pendiente la adecuación del método de cálculo del haber inicial.
Actualmente, el haber inicial se calcula teniendo en cuenta los últimos diez años de aportes con los que el trabajador ha contribuido, condición que fue muy interesante en el contexto en el cual la secuencia laboral de cualquier persona lo justificaba.
En general, el acceso al trabajo permitía un crecimiento paulatino y constante a lo largo de los años, comenzando desde aprendices hasta conseguir los mejores puestos de trabajo al final de la historia laboral, como cargos gerenciales; esto justificaba que el sistema de cálculo fuera de esta manera ya que se consideraban los últimos años que eran sin lugar a dudas los mejores.
En los últimos años, la realidad laboral sufrió fuertes modificaciones en este sentido y, lejos de ser los últimos 10 años los mejores, pasan a castigar a nuestras futuras jubilaciones.
La demanda en el mercado laboral en la actualidad deja de marcar una línea ascendente continua y marca un pico de máxima en el rango etario que va de 35 y 45 años, dejando a veces los últimos años con los aportes más desfavorables, ya sea por falta de trabajo o porque la demanda laboral actual pondera aspectos diferentes a los que ponderaba antes.
Hoy una persona de 50 ó 55 años que se queda sin trabajo, encuentra muchas dificultades para reinsertarse en el mercado y ni hablar que esa reinserción resulte ser la más favorable de su historia previsional.
Resulta necesario avanzar en un debate que nos permita superar el actual estado de situación, con el fin de construir un sistema previsional más justo, y en ese sentido es que presenté un proyecto para establecer un nuevo método de cálculo para el haber inicial de los jubilados, que plantea la necesidad de tener en cuenta las mejores 120 remuneraciones, comprendidas en el período íntegro de servicios, y no el cálculo sobre los últimos 10 años aportados en la actividad tal como sucede hoy.
Con este proyecto buscamos revertir la situación de inequidad que sufren miles de personas, quienes luego de trabajar durante toda una vida acceden a una jubilación insuficiente.
Si modificamos el cálculo del haber inicial, las jubilaciones alcanzarán una tasa razonable de sustitución de lo percibido en el transcurso de la vida laboral de un trabajador, reduciendo así las grandes diferencias que se reflejan en la actualidad y mejorando la calidad de vida de miles de jubilados.
